1. Consolándome con mis compañeros de estudios (1)


    Fecha: 24/11/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Daniela, Fuente: CuentoRelatos

    ... me pidió una oportunidad y me planteó lo de hacer un trío con él y con un amigo, o que si yo quería, podía irme a solas con el amigo. No me entusiasmó mucho la idea, pues no dejaba de sonreír perversamente cada vez que me decía que ahora si me darían la cogida de mi vida y con tremendo palote… Ya todo lo tenía preparado…
    
    Cuando llegamos a su departamento, me abrió la puerta del coche y me atrapó en sus brazos, estuvimos cachondeando un rato, ahí en el estacionamiento, cuidándonos de que nadie nos viera. Me tenía agarrada de las nalgas y con sus manos bajo de mi pantaleta agasajándose con mi redondo culo, mientras me besaba y me murmuraba que mi tremendo culo no sería más que para él, que debía de comportarme con su amigo, quién solo dispondría de mi vagina y nada más; que no debería ni de besarlo porque las putas no besan a sus clientes… Yo a todo le decía que si hasta que sentí la punta de algo que me abría las nalgas. De inmediato volteé solo para encontrarme con la cara redonda y sudorosa de don Javier, quien con la punta de la escoba me picaba el culo.
    
    Una carcajada brotó de sus labios lo que me puso más encabronada, esa risa no lo puedo olvidar…
    
    —¿Esta es la puta que me dijo que sería para mí, don Mario?… —dijo luciendo sus cariados dientes y su tufo desagradable…
    
    —¿Qué te parece?… —dijo mi amante.
    
    —Pues de estás pulgas no saltan en mi petate, así que si usted no dispone de otra cosa, la paloma me puede acompañar a mi cuarto —dijo ese señor.
    
    ¡Mi amante ...
    ... estaba entregándome a una persona que nunca fue de mi agrado y que solo lo hacía para humillarme!…
    
    —¿Pero que se están creyendo?… —dije iracunda.
    
    —¿Querías macho, no?… Pues ahí lo tienes, para que no digas que no te complazco—dijo Mario riéndose
    
    —¿Qué te pasa, estás loco o qué?…
    
    —No estoy loco y vas a hacer lo que te diga, cabrona—dijo jalándome para el interior del edificio.
    
    No sé ni como le hice, se las refresqué y me salí corriendo. Llegué a casa triste, enojada, y con la plena decisión de jamás volverlo a ver. Por supuesto que mi esposo no se enteró, pues nuestro plan seguía siendo que yo era la esposa infiel, aprovechando cualquier descuido para andar de golfa. Así que me negué a responderle por teléfono y cómo afortunadamente el proyecto ya estaba terminado; él se fue y colorín colorado…
    
    Esta relación también se llevó al traste mi amistad con mis amigos y amantes, pues prácticamente los había olvidado, y negado a verlos. Le comenté a mi mamá que me gustaría continuar con mis estudios y así como ella, mi esposo también me apoyó. Cuando le comenté a mi amiga Vero mi intención de regresar a las aulas, me quedó viendo de hito en hito…
    
    —¿No te parece que ya se te pasó el tiempo?… Ya no es lo mismo de antes, los muchachos no te respetarán… —ilusa, si de eso pedía mi limosna.
    
    Por supuesto que también la mandé a la verga, sé que en el fondo me envidiaba por tener el cuerpo que me cargo, pero de eso no tengo yo la culpa. Ella fue de mi misma generación y ...
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