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La super mami 1
Fecha: 26/11/2025, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Alonso torre, Fuente: TodoRelatos
... carcajada. —Amiga, hablando de sentirse de 18… —Se acerca a su bolso y saca algo que hace que mi mamá levante una ceja: unos bikinis de hilo dental rojo, tan pequeños que parece más un accesorio que una prenda—. ¿Qué tal un chapuzón antes de que lleguen los chicos? No nos depilamos el área del bikini en vano, ¿o sí? Mi mamá se tapa la boca, riendo como si fueran adolescentes planeando una travesura. —¡Marlene, estás loca! —dice, pero sus ojos brillan con diversión—. ¿En serio vamos a ponernos eso? ¡Tenemos 39 años! —Y estamos más buenas que nunca —responde Marlene, guiñándole un ojo mientras agita el bikini en el aire—. Vamos, Sandra, un último hurra antes de que lleguen los universitarios y tengamos que fingir que somos adultas responsables. Mi mamá duda un segundo, pero la risa de Marlene es contagiosa. —Está bien, está bien —cede, yendo por su propio bolso—. Pero si me veo ridícula, te culpo a ti. Minutos después, ambas están listas. Marlene luce su bikini, que combina perfecto con su cabello castaño y su bronceado, su actitud de “la vida es una pasarela”. Mi mamá, por su parte, se ajusta la tanga del bikini para cubrir su conejito, el rojo hace que resalte su cabello rubio y que su piel parezca aún más luminosa. Se miran en el espejo de la sala, entre risas y comentarios de “¿Quién necesita filtros de Instagram teniendo este cuerpo?”. —¡Somos unas diosas! —proclama Marlene, girando como si estuviera en un desfile de cuando eran modelos en sus ...
... veintes. —Diosas con hipoteca y citas al dentista —bromea mi mamá, pero está sonriendo de oreja a oreja. Se toman de la mano, todavía riendo, y salen por la puerta trasera de la casa, descalzas, con la arena tibia bajo sus pies. La playa está casi desierta, salvo por un par de gaviotas y el sonido del mar rompiendo suave. El cielo se tiñe de rosa y naranja, y el agua parece un espejo reflejando los últimos rayos del sol. — ¡Al agua, amiga! —grita Marlene, tirando de mi mamá hacia las olas. Ambas corren, los hilo dentales se ocultan entres sus nalgas, mientras el mar las recibe con una caricia fresca. Nadan un poco, flotan, ríen a carcajadas y se lanzan agua. Se acomodan los bikinis que apenas cubren lo necesario. Escena 3: La llegada y el espectáculo en la playa El autobús nos deja a unos metros de la casa en la playa, y el aire salado nos golpea de inmediato, mezclado con el calor pegajoso de la tarde. Bajamos con nuestras mochilas colgando, riendo y empujándonos como si tuviéramos 15 años otra vez. La casa luce increíble desde afuera, con las luces de colores titilando en la terraza y un letrero improvisado que dice “¡Feliz 18!” en letras brillantes. Dejo mi mochila en un rincón de la sala, junto a las de Matías, Dany y Sofía, que ya está hurgando en su bolso con una misión clara. —Olvídense del celular —dice Sofía, sacando su cámara semi-profesional con una sonrisa de cazadora—. La luz de la tarde está perfecta, y esa playa me está llamando. ¡Vamos, chicos, a ...