1. El bar de la perversión V.


    Fecha: 27/11/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Sexo en Grupo Autor: GordMadrid, Fuente: SexoSinTabues30

    ... un segundo y Fermín explotó dentro de la niña. mientras gruñía como un animal volvió a ensartarla por entero. Su gordísima polla simplemente desapareció dentro de la niña y dejó a esta descansando en su tripa, sin sacarla. Su respiración levantaba y bajaba el dulce cuerpo inconsciente de la niña. Esta vez si nos permitiría disfrutarla nosotros también así que después de desnudarnos Ricardo y yo cogimos despacio a la niña. Cuando la polla salió de ella el semen del gordo chorreaba por toda su entrepierna. Había vaciado todo lo que tenía en esos enormes cojones. Así seguía, cogiendo aire tirado en la mesa que apenas le aguantaba. El tema de la leche de Fermín no nos importaba, era como un hermano ya para nosotros, así que pronto pusimos a la nena encima de Ricardo para que empezara a metérsela por el coñito, de la misma forma que Fermín, y darme acceso al culito, que lamía siguiendo la trayectoria de esas pequeñas caderitas que marcaba la polla de su tío. La pequeña empezó a recobrar el reconocimiento con los golpecitos en la cara que le daba Ricardo. Cuando estuvo consciente su tío empezó a besarla dulcemente en la boca, metiéndole la lengua como a una mujercita, mientras yo presionaba con mi glande el humedecido ano. Después de cuatro dedos y la polla de Fermín, estaba seguro que el ano disfrutaría de mi asumible polla. Así que con un poco de saliva y mis fluidos naturales empecé a abrir ese tenso agujerito que se resistía morbosamente. No tenía prisa, teníamos tiempo y ...
    ... acababa de empezar mi turno. Disfrutaba de los vaivenes de la nena que aguantaba la polla de su tío por el coñito tan reventado como una campeona. Cuando su culito se acercaba, la encañonaba con mi polla y Ricardo hacía el resto con su movimiento. Mi glande chocaba contra su esfínter y lo sentía tan cerradito que el placer me atravesaba entero. Al cuarto encañonamiento el culito cedió a la punta de mi rabo, tan sólo unos milímetros pero los suficientes para hacerme soltar una gota de fluido de mi uretra. Me sujete la polla y sólo esperé a que la nena volviera a su lugar para empujar al ritmo. La fuerza de su culito no pudo evitar mi penetración. De una le enterré entera mi polla y tenía su anito apretándome la base, con lo que se puso más gorda el resto del rabo, abriendo y acariciando su recto. La niña apretaba para expulsarme pero mi fuerza era mayor. La presión de su ano contrayéndose y empujando se mezclaba con el espacio que ocupaba la gran polla de Ricardo por delante. Sentía como su polla se movía rítmica y como empujaba la mía al entrar. Empecé subconscientemente a sincronizarme con mi amigo para rellenar el hueco que dejaba su polla al retirarse. Los llantos de la niña eran ahogados por la boca de su tío, que estaba flexionado para poder besarla mientras abusaba de su conejito. Mi polla entraba entera con facilidad en el culito cada vez más maltratado de Sandra cuando un gritó desgarrador inundó todo el bar. Ricardo y yo nos quedamos blancos y quietos, nos daba miedo ...
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