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Economista y prosti: Con Manuel, solos y sorpresa final (1)
Fecha: 30/11/2025, Categorías: Incesto Autor: Dessert3, Fuente: CuentoRelatos
... lentamente. Una vez abajo, me detuve frente a él y le pregunté si deseaba acaso un café. Dijo que no era necesario, que estaba muy despierto y atento. Conversamos un poco más acerca de nosotros, de su amistad y negocios con Tibu, y, la verdad, en todo momento me hizo presente cuanto le gusto. Sentados en el gran sofá de recibo de mi estudio de Economista, nos fuimos besando cada vez más, juego de lenguas, y lentamente yo misma me fui quitando la boa, lo cual causó en Manuel gran sorpresa, al advertir la desaparición de mi tirita de pelos, que en el futuro dejaré crecer nuevamente si me lo solicitan. Instantáneamente me acarició la zona, por encima del mínimo triangulito de la tanga, alabando la suavidad de la zona, recién depilada. Y encantado de la sorpresa. Ni que decir, sentados lado a lado, mis tetas compartieron las caricias con mi pubis, mientras nos besábamos con verdaderas ganas. Me paré, me quité la tanga frente a él, y, sabiendo que varios orales serían inevitables, decidí atar mi cabello en una “cola de caballo” para que no molestara, pero en vez de un broche o una gomita, utilicé mi tanga…lo cual nos llevó a un “Wow” de su parte, mientras, él sentado y yo parada, me daba un par de lengüetazos en la raya de mi concha. Nada ganábamos quedándonos abajo, lo tomé de la mano y lo invité a la escalera, donde obviamente, subí adelante, como corresponde. Además, podía “sentir” el fuego de sus ojos mirando (y, según me dijo, admirando) mi culo. Al llegar al ...
... dormitorio, mientras se desvestía, y ya totalmente en confianza, me miraba, (yo acostada de espaldas a él), y me dijo cuánto le gusto, como considera que mi culo es prácticamente perfecto, ni enorme ni pequeño, duro, elástico, “un placer verte en la escalera”. Me giré, ahora de frente a él y moví apenas mis tetas, ya un poco excitada por sus requiebros. Su verga dura me decía que muy pronto habría acción. Me levanté y fui junto a él, me puse de espaldas y atraje sus manos a mis tetas. Entendió cuán encendida estaba por la dureza de mis pezones, mientras su verga, dura y, debo decirlo, muy cabezona, se deslizaba lentamente entre mis glúteos, como jugando. Lo que eran caricias a mis tetas, derivaron en pequeños pellizcos a mis pezones, una delicia, me giré, y nos besamos de lengua, saliva va, saliva viene. Me arrodillé ante él (esto a los hombres les encanta) y comencé a chuparle la pija, luego de alabar, con toda justicia, lo cabezona que es, sin dudas, como una ciruela de buen tamaño, sobre un tronco agradable y con dos venas que resaltan. Una lateral, que se bifurca antes dela zona de glande, y una por la parte superior, más corta. Me encantó metérmela en la boca y lamerla. Manu me tomó de la cabeza y empujaba, metiendo la verga cada vez más adentro, hasta casi ahogarme, entonces aflojó la presión y saqué la verga de mi boca, dejando caer un chorro de saliva sobre mis tetas. Me las manoseó y fuimos a la cama. Allí, como era de esperarse, se la seguí chupando hasta ...