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Economista y prosti: Con Manuel, solos y sorpresa final (1)
Fecha: 30/11/2025, Categorías: Incesto Autor: Dessert3, Fuente: CuentoRelatos
... que fue su turno. Y abrí las piernas invitándolo a retribuir gentilezas. ¡Vaya si lo hizo! Puedo decir que es un excelso chupa conchas. Primero fue la lamida, lengüetazos largos, húmedos que iban desde cerca del ano hasta mi clítoris. Luego, situó su boca sobre los labios de mi concha, e introduciendo la lengua, la movía rápidamente como si me penetrara, y luego, el súmmum… comenzó a hacer ventosa en mi concha, succionando y parando repetidamente, me sentía morir de placer, nadie me lo había hecho. Toda mi concha entre sus labios ¡como si me espirara! Y luego, con mi conchita chorreando mis jugos y su saliva, fue al clítoris, que como nunca (lo tengo pequeño), se asomaba apenas de su capuchón, en llamas. Comenzó a lamerlo y al mismo tiempo dos dedos entraron en mi concha como si me cogiera. No sé si estuvo minutos o segundos, pero estaba como en otro mundo. Sentía mis labios ardiendo y lo atraje hacia arriba. Entendió mi necesidad de ser besada y comenzó a jugar con sus labios y los míos. Atrapaba uno de mis labios en sus labios húmedos, luego yo le hacía lo mismo y seguidamente bajaba a morderme un pezón, subía de nuevo a mi boca y retomaba el apresar uno de mis labios entre los suyos. Y mientras tanto, no paraba de refregarme la verga en la entrada de mi conchita. Los dos lo deseábamos, puse mis piernas sobre sus hombros, pero él las llevó hacia mi pecho, lo entendí y las sujeté con mis manos. Imposible ofrecerle más o mejor mi tan deseada concha, recuérdese ...
... depilada, llena de su saliva y mis jugos, con mi clítoris apenas a la vista saliendo de su capuchón. Tomó su verga con una mano y me la comenzó a pasar por la concha, abriéndome los labios. Subía hasta restregar el clítoris y bajaba para empezar de nuevo. Hasta que ubicó la entrada y posicionó esa hermosa cabeza de pija que tiene, grande, de color rojo oscuro y cuando comenzó a metérmela fue tremendo. Despacio y con toda la vagina bien lubricada, se metió en mi para comenzar un hermoso vaivén. Yo jadeaba, él entraba a fondo y atiné a pedirle que la sacara y metiera. Fue glorioso, además, bien tirado sobre mí, me chupaba las tetas. Se pueden imaginar mi goce cuando comencé a sentir tibieza y chorros en mi matriz. Estaba super deseoso y siguió un poco más, con lo cual, se lo agradeceré siempre, pude llegar a mi orgasmo, algo no muy frecuente, mi espalda tensa, gritando, fue mi turno de mezclar más jugos con su semen. Giramos aún con la pija dentro de mí, y entonces me levanté y comencé a gotear sobre su vientre. Leche, flujo, seguramente también saliva… fue hermoso, y para nada ofensivo. Le ofrecí mis tetas unos momentos y luego bajé a recoger con mi lengua todo lo que había chorreado y además, le limpié la verga como suelo hacerlo a todos. Me acosté de frente a él, una costumbre que he desarrollado. Es algo que me encanta. Permite besarse, acariciarse libremente, pueden chuparme las tetas, puedo acariciarles la pija, me acarician la concha, suelo tomarle la ...