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MI ESPOSA AL FIN CEDE Y LA PENETRAN
Fecha: 01/12/2025, Categorías: Intercambios Sexo en Grupo Voyerismo Autor: juancaballero, Fuente: SexoSinTabues30
... gozo infinito, yo no aguante más y me saque la polla la tenía como piedra de dura y era un descanso masturbarme ante esa escena tan rica, mis oídos se deleitaban al escuchar los ¡!!mmmmm!!! Haaa!! Huymmm! Siiiiiii !!! me acerque cuando se separó un poco y vi los labios de su cuquita hinchados brillantes y llenos de jugo y su clítoris inflamado, lo empuje con todas mis fuerza para separarlo de ella y sin más le metí toda mi polla hasta el fondo se escuchó un haaaa ¡ que rica la tienes, dale dale , no pares mi papito ¡ nuestro compañero se subió al mueble de lavamanos y se inclinó para colocar su polla a la altura de la boca de mi mujer. Ella la tomo entre sus manos y la llevo con gusto entre besitos y lamidas hasta metérsela por completo a su boca succionando con mucha maestría, la tenia grande como 17 o 18 cm y algo gruesa morena,,, me pidió cambio de posición, enseñándome que tenía un condón listó, quitándome cualquier pretexto. Le ha metido el hombre una clavada muy rica y de largo tiempo,,, No pude más. Era tal el placer que sentía y el que le veía sentir a ella que no pude evitar venirme torrencialmente no dentro de su boca pues sé que no le gusta. El dichoso compañero saco su polla y se dedico a lamerle su ano a mi mujer, le metía la lengua haciendola poner dura y le entraba como dos o tres centímetros en su bello culito, cosa que le arranco suspiros de placer. Bastaba ya con dilatarlo un poco y continuar. Entonces se paró y le coloco la punta de su polla a la entrada ...
... de su dilatado ano y empezó a empujar sin remedio y sin hacer caso a los lamentos de dolor de mi esposa. El tronco cada vez entraba más y el agujero se hacía más grande. El dolor era intenso. Cuando la tuvo toda dentro la acerco un poco más y empezó a masajearle sus senos que estaban que se estallaban de lo excitada que estaba. Ella empezó a decir: «¡No te muevas rápido, por favor, no te muevas!» Pero cuando tuvo sus tetas enrojecidas por los apretones y los pezones duros, doloridos y tersos empezó a sacarla un poco: primero lentamente, la entraba, después la sacaba…y así cada vez más rápido e impetuosamente. Cogí la cara de mi esposa y le acaricié la cabeza, mientras ella con grandes gritos de dolor me suplicaba: «¡dile que me deje, dile que me deje, ayúdame que me duele mucho!». No hice nada. Él ya la bombeaba fuertemente: se la sacaba casi entera y la metía con ímpetu hasta que sus huevos chocaban en el trasero de mi mujer. A cada embestida un grito que se fue transformando en una mezcla de dolor y placer. No pudo aguantar con la pelvis elevada por el dolor y las fuertes embestidas y se bajó al piso y se acostó bocabajo. A él no le importó: la elevó como pudo cogiéndola por las caderas y continuó embistiéndola mientras las piernas de ella permanecían totalmente abiertas. Lo que veía me tenía loco La cabeza de ella a un lado, abría y cerraba fuertemente los ojos a cada embestida y sus manos agarradas de mí, con gritos cada vez más apagados y que se fueron convirtiendo en ...