1. Me gusta el chocolate


    Fecha: 01/12/2025, Categorías: Sexo Interracial Autor: Eric Salazar, Fuente: TodoRelatos

    ... manos pajeaba al afortunado que se agarraba a los agujeros de la celosía y gemía de placer al notar el contacto con la experta boca de mi chica.
    
    Siguió dándole una de las mamadas más calientes que había hecho en su vida, según me confesaría después.
    
    Mi chica se puso de pie y acercándose a mí, me dijo al oído.
    
    - Vamos para adentro, quiero que me folle.
    
    - ¿Quieres una polla negra, ehhh? - Le pregunté, sin esperar respuesta.
    
    Se quedó de pie, con su liguero, sus medias de rejilla y sus botas altas hasta la rodilla. Era una imagen impresionante. Una hembra en celo, una devoradora insaciable que quería probar lo que era follar con un negro con un pollón que daba miedo.
    
    Yo tenía una mezcla de miedo y nervios, que no había sentido antes. Pero si mi hembra quería disfrutar de esa ocasión que se le presentaba, no sería yo quien se lo impidiese.
    
    Me fui hacia el agujero por el que asomaba esa polla enorme, y sujetándola para calibrar su tamaño, me di cuenta de que era más grande de lo que parecía. Mi mano no abarcaba el grosor y era como un palmo de larga, y eso que yo tengo la mano bastante grande.
    
    - Vamos. Que mi chica quiere que la folles. Pasa para adentro con nosotros.
    
    Pasamos las cortinas que separaban esa zona del club con el hall que hacía de centro del club y allí estaba esperándonos. Desnudo, con la polla todavía dura y unos condones en la otra mano.
    
    - Hola. Me llamo Paul, pero todos me llaman Chocolate. — Dijo mientras le daba dos besos a mi ...
    ... mujer y me tendía la mano para saludarnos.
    
    - Yo me llamo Javi y ella es María. — respondí.
    
    Era igual de alto que yo y estaba fuerte y definido. Tenía un cuerpazo. Pero lo que más destacaba era la polla que le colgaba. Era enorme.
    
    María nos cogió por la cintura a los dos y cruzando la cortina que daba a las habitaciones, enfiló el pasillo. Se metió en la primera habitación que había, la habitación de BDSM. La luz era roja y tenue, pero suficiente para que todo se viera perfectamente.
    
    Había una pareja, que tendrían como unos cincuenta años y estaban los dos bastante entrados en carnes. Estaban desnudos y dándose sexo oral el uno al otro. Pararon al vernos llegar y nos saludaron con un movimiento de cabeza. Se pusieron en un rincón y nos dejaron el resto de la cama para nosotros solos.
    
    - Bueno chocolate. La idea es hacer un trío. Empieza a follarla tú y luego vamos cambiando.
    
    - Ok. Como queráis.
    
    María nos miraba con ojos de lujuria mientras se mordía el labio inferior muy sensualmente.
    
    De pie como estábamos se puso a besarme, cosa que aprovecho nuestro eventual amante para ponerse detrás de ella y empezar a sobar su culo.
    
    María me besó con lujuria y voracidad, mientras Chocolate se había arrodillado y enterró la cara entre sus nalgas alcanzando su objetivo.
    
    - Me está comiendo el coño. — Me dijo María. — Y lo hace muy bien. Voy a correrme. Se agarró a mi cuello y gimiendo, alcanzó un orgasmo que la hizo temblar y apoyarse en mi hombro.
    
    Yo comencé a ...