1. Follada por mi esposo y dos amigos de él


    Fecha: 02/12/2025, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Sarah Dafne, Fuente: CuentoRelatos

    Hace un par de días, decidí comentarle a mi esposo la loca idea que llevaba varios días rondando en mi cabeza, y la cual consistía en que fuesen tres hombres los que me follaran. Deseaba que uno me follara el coño, el segundo el culo y finalmente el tercero me follara la boca. De solo imaginarme en esa postura, comenzaba a calentarme, pero por algún motivo, se lo comenté a mi esposo apenas hace unos días.
    
    Él se quedó observándome mientras pensaba, y luego de unos segundos me respondió:
    
    —Tiene que ser un par de tíos que estén limpios para que no necesiten ponerse preservativo. Creo que tengo dos amigos que nos pueden ayudar.
    
    Me puse muy feliz y esperé a que él arreglara el trato. Después de unos tres días, me dio la respuesta. Ambos habían aceptado, solo que se reunirían con nosotros en un par de cabañas rentables.
    
    Para no prolongar el relato, el día acordado se llegó y tanto mi esposo como yo nos dirigimos hacia ese lugar. La idea era pasar todo el fin de semana y regresar el domingo por la noche para descansar y comenzar nuestra jornada laboral al día siguiente.
    
    Antes de subir al auto, Keev me había pedido que me diera una ducha profunda y después me ayudó a ponerme el dilatador anal. Si me pensaban follar por el ano, al menos debía estar preparada. Keev manejó durante casi dos horas, y cuando llegamos, sus dos amigos ya nos estaban esperando. En esta historia vamos a llamarlos Santiago y Marcos.
    
    Keev los saludó con mucho gusto, mientras que yo sí me puse ...
    ... un poco nerviosa. Tenía ropa puesta, pero los nervios me estaban congelando.
    
    —Sarah —me dijo Keev—, ve a la habitación que quieras y ponte algo de ropa cómoda, yo hablaré con ellos un momento y después iré a buscarte.
    
    Obedecí y subí mi pesada maleta. Los escuché reírse y hablar de cosas triviales como de sus empleos. Una vez en mi cuarto, comencé a desempacar, la maleta de Keev se había quedado abajo, pero pensé que él ya la subiría cuando viniese a buscarme.
    
    Comencé desempacando un par de prendas, mi bata azul y finalmente mi lencería. Había traído casi todo mi cajón y por el momento no sabía por cual decidirme, pero al final opté por una tanguita negra de hilos muy delgados y un sostén que no tenía tirantes en color negro. Me vi en el espejo y la idea de que tres hombres fueran a follarme, comenzó a calentarme.
    
    Me coloqué la bata azul y esperé a que Keev subiera por mí. Cuando lo hizo, me sonrió y besó en la frente.
    
    —¿Nerviosa? —me preguntó.
    
    —Un poco.
    
    —Será divertido.
    
    Salimos de la habitación. Yo me encontraba descalza y sintiendo cómo el dilatador se movía en mi culito mientras caminaba hacia otra de las habitaciones. Al llegar, me di cuenta de que en ella había una gran cama céntrica con sábanas blancas y cabecero de madera. Los dos amigos de mi esposo, Santiago y Marcos, estaban sentados en dos silloncitos diferentes.
    
    —Sarah —Keev pasó los dedos de su mano sobre mi brazo y aquello me causó un escalofrío—, quiero que te dejes llevar. Todo va a ...
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