1. Amanda, una relación especial


    Fecha: 03/12/2025, Categorías: Hetero Incesto Autor: CuentaCuentos, Fuente: SexoSinTabues30

    ... conejito de la niña estaba cerrado firmemente alrededor del inmenso miembro. Juan intentó retirar su verga pero Amanda gruñó y él supo que estaban enganchados y que no se podría retirar de dentro de su hija hasta que no se corriera y perdiera la erección.
    
    Al cabo de quince minutos Juan se dio cuenta que no podría correrse con el conejito de Amanda firmemente cerrado alrededor de su polla y se quedó inmóvil esperando perder la erección, aunque la excitación de tener su pene de adulto, de un tamaño más que respetable, empalado casi totalmente en el cuerpecito infantil de su inocente hija se lo impedía. María se preguntó por qué Juan había parado de moverse, así que tan pronto como pudo se detuvo en un área de descanso y le pidió a Amanda que fuera a sentarse con ella.
    
    «No puedo mamá» dijo la niña cabizbaja. Amanda comenzó a llorar y su madre le preguntó que era lo que pasaba.
    
    «Te enfadarás conmigo… » sollozó Amanda.
    
    «Te prometo que no me enfadaré» Amanda miró tímidamente hacia su regazo, mientras gruesos lagrimones resbalaban por sus coloradas mejillas.
    
    «¡Oh, vaya!» dijo María.
    
    Fue deslizando poco a poco su mano bajo la falda de Amanda hasta que notó la suave vulvita de su hija separada grotescamente alrededor de la gruesa polla de su marido.
    
    «Parece que estamos enganchados, cariño…» dijo Juan con una inocente sonrisa.
    
    María no pudo aguantarlo y se puso a reír a carcajadas. María hizo que Juan reclinara su asiento hacia atrás y rodeó con la mano la base ...
    ... de la polla y comenzó a tirar suavemente de ella para sacarla de su encierro, intentando no hacer daño ni a su marido ni a su hija. Al final empezaron a salir dos o tres centímetros. Amanda se alegró cuando sintió el miembro de su padre comenzar a resbalar hacia fuera y comenzó a subir de su regazo para que acabara de salir. Entonces su madre le ordenó permanecer quieta.
    
    María explicó a Amanda que sería conveniente dejar el pene de su padre dentro de ella y que incluso sería mejor si se deslizaba hacia arriba y hacia abajo a lo largo de él. Amanda creyó a su madre y puso sus manos sobre el regazo de su padre para apoyarse y, con ayuda de su madre, lentamente se incorporó hasta que sólo la punta de la polla de su padre entraba en ella. Poco a poco dejó que su vaginita se acostumbrara, hizo una profunda inspiración y dejó caer su coñito por el propio peso de su cuerpo sobre el eje de la verga de su padre. Lo sentía tan grande dentro de ella.
    
    Juan estaba en el cielo, desde su posición veía el pequeño y lindo cuerpo de Amanda y como su enorme polla iba desapareciendo en el vientre de su hija. Al mismo tiempo que la niña se dejaba caer sobre su verga, Juan comenzó a levantar sus caderas para arriba para empalarse mejor en el apretado coño infantil. Notó como el conejito de su hija cedía y la asió alrededor de las caderas y empujó cada centímetro de su dura verga en su vagina. Cuando tuvo sus veintiún centímetros dentro de su hija, no pudiendo aguantar más, empezó a eyacular ...