1. Complaciendo a mi Madre


    Fecha: 12/02/2019, Categorías: Incesto Autor: Eaby09, Fuente: SexoSinTabues

    ... -“¿Qué me estás haciendo?”-, y su cintura empezó a cimbrear, impulsando a su vagina a ir al encuentro de mi bulto que la estaba subyugando. –“kevin, soy tu mami, ya hicimos esto una vez, pero aqui no por favor…kevin, por favor…”- No pudo terminar la frase, mi boca buscó la suya. Al sentir el calor de mis labios quiso retirarse. La apreté contra mí sin violencia pero con decisión. Tomé su mentón, la besé largamente, la obligué a abrir su boca para recibir mi lengua contra la suya. –“Yo mando esta noche, mami, no lo olvides, dame esa lengua que te la como toda”-. Levantó la vista y me miró como insinuando una queja. No la dejé hablar. –“Ya es suficiente, mami, no te resistas más. La realidad dicta que esta noche serás mi hembra y ya no hay retorno. Dejate llevar, hermosa mía…mi yegüita adorada”-. -“kevin”-, susurró. Sus labios abrieron y su lengua se disparó al encuentro de la mía. Más abajo, nuestras pelvis se buscaban con desesperación, iniciando un movimiento casi propio del coito. -kevin, mi bebé, ¿qué le hacés a mami? Me estás haciendo mojar toda, mi machito lindo”-. -“Hace tiempo que te deseo. Esta noche vas a ser mía. Quiero cogerte hasta que amanezca. Quiero que te sientas mía, que me desees, que me reconozcas, que esperes anhelante mis penetraciones y que gimas como una potranca cuando la tengas toda adentro. Me vas a dar tu concha cuando yo quiera. Voy a coger tu culo cuando yo disponga. Vas a ser mía…mami, enteramente mía. Quiero llenarte de leche…. “-Mi amor, mi ...
    ... kevin. yo también quiero ser tuya esta noche. Deseo ser tu hembra, entregarme totalmente a tus caprichos. Siento que me dominás, que podés hacer conmigo lo que quieras. Ámame. Ámame como un hombre quiere a su puta. Soy toda tuya…guachito mío…”- Nuestros cuerpos estaban como fundidos en medio de la pista, nuestros labios se devoraban y la humedad de su concha era perceptible a través de la ropa. Los primeros jugos preseminales tendían a escapar de mi verga enhiesta y !como gemía mi madre!”- -“Vamos a casa, por favor vamos casa”-, rogó. –“No puedo más, quiero ya tenerte adentro y siento que la gente nos mira. Vamos a casa, kevin”-. ¿Cómo negarse ante semejante pedido? ¿Qué hombre con sangre en las venas puede ignorar tal llamado a la lujuria más anhelada? Abrazados como novios salimos del boliche. Mi abrazo amarrado a su cintura y su mano derecha acariciando mi pecho a través de la camisa. Ninguno de los presentes podía siquiera sospechar que esa pareja amante que se retiraba estaba integrada por madre e hijo. El viaje en el coche se hizo interminable. Ni bien partimos levanté su falda y acaricié sus muslos, mientras mis labios buscaban su cuello y bajaban traviesos hasta el nacimiento de sus senos. -“kevin, mi amor, esperá que lleguemos”-, gemía, -“Ay, bebé, cuidado que podemos tener un accidente”-. Mi mano ya arribaba a su coño y jugueteaba en su raja sobre la tanga. Luego, metí mi dedo por debajo del elástico inferior y con él recorrí los labios inflamados de su conchita, ...
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