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Humillar a un chico beta - el video de disculpas
Fecha: 11/12/2025, Categorías: Fetichismo Autor: RelatosFantasma, Fuente: TodoRelatos
*** Historia de carácter fetichista, todos los personajes son mayores de edad y nadie se ha visto lastimado. Si quieres entender mejor el contexto lee la primera parte. *** Estaba grabando el video en mi cuarto y lo reproduje antes de enviarlo para estar seguro de que le gustaría a John, el tipo con el que perdí una pelea. Estaba acostado bocarriba y me había quitado los pantalones. Tenía la ropa interior puesta, un bikini masculino de corte bajo, tan apretado que marcaba perfectamente la jaula de castidad que encerraba mi pene. Mamá me dio esa prenda y me pidió que la usara para mi video de disculpas. Dijo que estaba de moda entre los chicos de Francia y que se la había encargado a una amiga suya que volvía de viaje, especialmente para mí. Era de tres colores y dejaba un poco a la vista mi trasero pero no era una panti de niña. Tenía azul en la parte de arriba, rosa en medio y blanco abajo. En la parte de arriba decía "Beta" y en la parte del trasero "Beta Status". No sabía si eso significaba algo. Cuando mamá me la dio la sostuve entre mis manos y sentí que la tela era muy suave, así que supuse que era una prenda cara. Normalmente habría protestado por el color rosa, pero por alguna razón no sentí el más mínimo deseo de pelear. Creí recordar algo... "Te sentirás más relajado, no tendrás ningún interés en pelear ni en desobedecer órdenes..." mi mente estaba un poco confundida. Le dije a mamá que lo usaría y sonrió y me pellizcó la mejilla. «Ese es mi chico bueno. ...
... Esto te ayudará a arreglar las cosas con Jhon». En el vídeo que estaba intentando grabar estaba bocarriba, tenía las rodillas flexionadas y las había abierto un poco antes de comenzar. Para cuando terminé, me temblaban las piernas y me salía líquido preseminal de la punta de mi jaula empapando mi ropa interior, como si fuera una adolescente cachonda a la que su novio hubiera dejado mojada después de pellizcarle los pezones en el recreo de la escuela. "Lágrimas de castidad", había dicho mi doctora. Revisé el video por segunda ocasión dándole al botón de play. «Mierda» me dije. «No es suficiente». Aún había orgullo ahí. John lo notaría. Lo usaría como excusa para lastimarme otra vez. No podía volver a enfrentarme a él, no por ahora. Primero tendría que volverme más fuerte. Pateé la cama con rabia y le di algunos puñetazos al colchón, en una rabieta que no sirvió de nada. Sabía que no había nadie en casa así que nadie me escucharía, a excepción tal vez de las sirvientas. Traté de calmarme un poco antes de comenzar de nuevo. No llevaba camisa ni tampoco pantalón así que decidí que sería mejor quitarme también la ropa interior y me la bajé hasta los tobillos. Estaba prácticamente desnudo a excepción de la jaula de castidad que encerraba mi pene, era pequeña y de metal, estaba muy apretada y reflejaba las luces led de mi habitación. Mi estúpida hermana. No sé cómo se enteró. Le fue con el chisme a mamá de que había leído sobre la castidad y que el modelo que ella le ...