1. Humillar a un chico beta - el video de disculpas


    Fecha: 11/12/2025, Categorías: Fetichismo Autor: RelatosFantasma, Fuente: TodoRelatos

    ... había pedido a la doctora para mí podría hacerme daño porque era muy grande. «Es verdad, mamá. El pene de Dani intentará ponerse grande y si tiene un poco de espacio crecerá antes de que la jaula lo detenga y eso podría lastimarlo. Lo ideal es que la jaula sea lo más pequeña posible para que se ajuste bien a su amiguito». «Bueno —dijo mamá—, es verdad que no pensé en eso. Me dejé llevar por una bonita jaula de color azul. Supongo que le volveré a pedir a Sarah una sugerencia». Mi hermana tenía las piernas apretadas y las movía lentamente de un lado a otro mientras hablaba. «¿Qué tal una jaula plana? Creo que a Dani se le vería bastante bien...»
    
    Y así fue como terminé usando una jaula de metal. No era plana, pero sí muy pequeña. Era casi como si no tuviera pene.
    
    Abrí las piernas lo más que pude intentando dejar las rodillas a cada lado de mi cama, haciendo que la ropa interior que tenía en los tobillos se estirara. Entonces comencé a grabar con la mano izquierda mientras con la derecha me di el primer golpe. Fue una palmada no tan fuerte con la mano abierta pero que atrapó mis dos testículos y los sacudió.
    
    —Lo siento, John —gemí.
    
    Este era el video de disculpas que el idiota me había pedido. Capturaba la parte de mi abdomen hacia abajo, mostrando mi ombligo, mis piernas abiertas y mi jaula de castidad.
    
    Levanté de nuevo la mano y me di otro golpe. Mis testículos se contrajeron como si intentaran escapar del dolor, se volvieron pequeños y se pegaron a mi cuerpo ...
    ... como pequeñas canicas.
    
    —¡Lo siento John! —volví a gemir, la voz comenzaba a salirme aguda en contra de mi voluntad.
    
    Recordé lo que John me había dicho: «Hazlo bien o seré yo quien te aplaste los huevos, y no me haré responsable si después tu mami te los tiene que cortar».
    
    Sentí miedo. Moví las piernas hacia arriba y hacia abajo deshaciendo las sábanas de la cama. Mi ropa interior se zafó de mis tobillos y cayó al piso junto con un peluche, dejándome por completo desnudo. Puse por un momento mi teléfono al lado de la cama, y antes de volver a empezar me pellizqué ambos pezones para asegurarme de que mi voz sonara quebrada desde el principio. Luego volví a grabar, comencé dándome palmadas de forma seguida, dejando caer mi mano con más fuerza, tratando de no gemir pero dejando escapar pequeños sonidos agudos entre mis disculpas.
    
    —¡Lo siento John, lo siento! ¡Lo siento! —Mi palma golpeaba mis bolas haciendo que rebotaran junto con la jaula de metal, haciendo un sonido de plap, plap, plap.
    
    Comencé a acelerar el ritmo, mi cabeza se movía de un lado al otro de mi almohada mientras mi mano golpeaba mi virilidad y gruesas lágrimas se escurrían por mis mejillas. Un golpe, dos, tres, cuatro. Luego un poco más rápido, más fuerte, poniendo más peso en mi mano. De la punta de mi jaula comenzó a salir líquido preseminal que empezó a mojar mi mano, primero estaba gimiendo, después, llorando. Sentí de pronto como si me fuera a correr así que corté el vídeo. Lo envié. Debajo el ...