1. Mi madre y mi medio hermano llegan a un trato


    Fecha: 11/12/2025, Categorías: Dominación / BDSM Sexo con Maduras Voyerismo Autor: lordlunatico, Fuente: SexoSinTabues30

    ... culo?», preguntó mi mamá, sorprendida.
    
    «Sí, por tu ano», respondió Roberto.
    
    Mi mamá, sorprendida, dijo: «No, por ahí no. Y no es negociable».
    
    Roberto dijo: «Bueno, si me lo entregas, te perdono toda la renta del otro mes».
    
    Mi mamá, sorprendida, dijo: «Eso es mucho».
    
    Roberto respondió: «Pero lo vale».
    
    Mi mamá se quedó pensativa. «Déjame pensarlo», respondió mi mamá.
    
    Llegó la noche, estábamos cenando. «Hijo, por cierto, tu hermano se va a quedar a dormir en la sala porque ya es noche», dijo mi mamá.
    
    «Sí, está bien», respondí.
    
    «Pensaste lo que te dije», preguntó mi hermano a mi mamá.
    
    «Sí, bueno, aún lo estoy pensando», respondió mi mamá.
    
    Una vez terminamos de cenar, mi mamá me dijo: «Hijo, ve a lavarte los dientes y ya ve a dormir. Más tarde quiero ver una película».
    
    «No, ya vete a dormir», insistió mi mamá.
    
    Ya sabía por qué de sus insistencia, así que la quise jugar. «No más tarde, mamá», le respondí.
    
    «No, ya es tarde», dijo molesta. Tomó el control de la pantalla y la apagó. «Está bien, ya voy», dije.
    
    Una vez en mi habitación, estaba atento para no perderme de nuevo el show. Pensé que se quedarían en la sala, pero al poco tiempo escuché pasos en el pasillo y susurros de mi mamá y de mi medio hermano. Entre susurros, escuché decir a mi mamá: «Déjame ver si ya se durmió».
    
    En eso, escuché como se acercaba a mi habitación. Me hice el dormido. «Ya te dormiste», preguntó ella una vez, pero no le respondí. Luego, cerró mi puerta y ...
    ... escuché como se fue hacia su habitación. Dejé pasar unos minutos y salí descalzo para no hacer ruido. Escuché como hablaban dentro de la habitación ellos dos.
    
    «Te gusta», dijo mi mamá.
    
    «Sí, te queda muy bien», respondió Roberto.
    
    «Venga, quítate la ropa», dijo mi mamá.
    
    «Tengo muchas ganas», añadió mi mamá.
    
    Afortunadamente, la puerta de la habitación de mis padres no cerraba porque estaba mal la manija de la puerta y mi padre nunca la arregló. «Gracias, papá, por este regalo», dije en ese momento.
    
    La abrí con mucho cuidado, lo suficiente para ver. Mi mamá estaba sentada en la orilla de la cama, mi medio hermano Roberto estaba parado frente a ella desnudo. Mi mamá ya tenía en la boca el pene de Roberto. Ella vestía un baby doll rosa claro con transparencia y encaje, lo que me permitía ver que no tenía brasier debajo. Sus labios carnosos de mi mamá se deslizaban lentamente por el miembro erecto de Roberto, mientras sus manos acariciaban suavemente sus testículos.
    
    «Mmm, así, cariño,» gemía mi mamá, disfrutando del sabor y la textura de su pene. «Me encanta cómo sabes.»
    
    Roberto, con una sonrisa malvada, pasaba sus dedos por el cabello de mi mamá, guiando sus movimientos. «Sí, así. Eres una experta en esto.»
    
    Mi mamá levantó la mirada, sus ojos llenos de lujuria. «Para empezar, en qué posición me quieres coger, cariño,» preguntó con una voz llena de deseo.
    
    Roberto, con una sonrisa perversa, respondió: «Quiero que te pongas a cuatro patas. Así podré ver ese ...
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