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La tentación: Puta de ascensor
Fecha: 11/12/2025, Categorías: Incesto Autor: Lena Hache, Fuente: TodoRelatos
Me independicé. Alquilé un estudio cochambroso en la buhardilla de un edificio señorial. Lo que más me gustaba de vivir sola era poder ir desnuda por casa. Nunca había sido pudorosa, pero en casa de mis padres no lo hacía por respeto a mi familia. Al llegar el invierno seguí yendo desnuda. Sólo me vestía cuando iba lejos o a algún sitio interior. Si iba a tirar la basura o a la tienda dela esquina sólo me calzaba y me ponía un abrigo que me llegaba hasta las rodillas. Un día, bajando la basura, coincidí en el ascensor con Don Luis, que también iba a bajar la basura. Era un hombre mayor que era un amor y su mujer lo maltrataba psicológicamente. Era todo un caballero, de muy buena familia y sin aires de grandeza. A pesar de preferir a las mujeres, me resultaba un hombre irresistible y no pude evitar insinuarme. Dejé, más bien forcé, que se me asomara una teta por el escote del abrigo mientras nos contábamos lo bien que nos había ido a los dos el día. Él vio mi teta y me avisó de que estaba fuera con mucha tranquilidad. - ¡Oh! Disculpa. - Le dije mientras dejaba asomar la otra también. - ¿Así mejor? - Feas no son, para nada. - Dijo él con una sonrisita de complicidad, sin ningún atisbo de lujuria. - Si a ti no te importa... seguro que a más de uno le alegras el día, bueno, ya la noche. - ¿Y a ti? ¿Te alegro la noche? - Yo sólo tengo ojos para mi mujer. - ¿Y manos? - Le dije acariciándole el brazo y con voz de mema. - ¿Tienes manos para mis tetas? - Le ...
... dije arrimándoselas sin dejar de acariciarle el brazo y de poner voz de mema. - Están muy solitas y necesitan un hombre que las cuide y las mime. - Le dije poniendo cara de cachorrito. - Mira, estás muy bien. Eres muy guapa y tu simpatía volverá locos a los hombres, pero yo estoy casado. - Ya... Pero te trata muy mal. Te humilla delante de todo el mundo. Don Luis se quedó pensativo. - Y nadie se tendría que enterar de que hemos hecho nada. Paramos el ascensor y me posees hasta que nos saquen de aquí. Don Luis estaba a punto de caer, pero llegamos a la planta baja y me tuve que guardar las tetas para que no me las vieran unos vecinos que estaban a punto de abrir la puerta para subir a su casa. Don Luis me sujetó la puerta del portal y fuimos juntos hasta el contenedor sin decir nada. Al tirar la basura nos miramos brevemente. Yo le sonreí y él me devolvió la sonrisa. Volvimos al portal de la misma manera, en silencio. Mientras esperábamos a que volviese el ascensor yo le aclaré que mi oferta seguía en pie. Le di la espalda a la vez que me alcé el abrigo para que me viera el culo. - Puede ser tuyo. Enterito. Y es mucho más bonito que el de la asquerosa de tu mujer. Seguro que ni la amas. - No hables así de ella. - Dijo enfadado. - Pero si ella dice cosas peores de ti. - Ya, bueno, ¿qué se la va a hacer? - Dijo resignado. El ascensor llegó y él me dejó entrar antes. - Venga. Si me follas dejo de hablar mal de ella. Don Luis me miró con cara de ...