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La tentación: Puta de ascensor
Fecha: 11/12/2025, Categorías: Incesto Autor: Lena Hache, Fuente: TodoRelatos
... morirse de ganas, pero se contenía. Yo me abrí el vestido y lo dejé caer al suelo. Me echó una mirada que me derritió y le di al botón de parar el ascensor mientras le decía: - Ya la has liado. Esa mirada tuya ha abierto la veda. Lo besé. No le di opción. Me encaramé y los dos caímos al suelo. Seguí besándolo. Vi que su pantalón se abultaba y me lancé a destapar el bulto. Él me ayudó, desabrochó el pantalón y yo bajé la bragueta. Sus calzoncillos eran de esos con botones, y entre botón y botón asomaba su polla totalmente dura. Me calentó más de lo que pensaba, pues me imaginaba que no era capaz de llegar a tal grado de erección. No hizo falta que la pajeara. Me la comí directamente, aunque tampoco hacía falta, lo hice por vicio. Perdí la noción del tiempo con aquella mamada. Mis labios recorrían aquella polla, que no era corta ni larga, pero destacaba principalmente por su grosor. Tuve que abrir mi boca lo máximo que pude para que me cupiese, y yo no tengo la boca pequeña. Cuando se me cansaba la mandíbula de tenerla tan abierta, pasaba a lamérsela con la lengua desde fuera de mi boca. A él le daba gustirrinín que le lamiese el glande en círculos, tanto que se corrió con un par de vueltas. Mi boca se llenó de semen. - ¡Uf, chica! ¡Qué bien lo haces! Si lo llego a saber no me pienso tanto lo de dejar que me hagas estas cosas. ¿Te puedes creer que mi mujer no me ha echo esto en sesenta y dos años de matrimonio? Ni siquiera me ha hecho sexo oral. Ni una vez. Ni una ...
... en sesenta y dos años. En dos meses hacemos sesenta y tres. Don Luis se levantó, o lo intentó. - ¡Hey! ¿Dónde crees que vas? - Le dije mientras conseguía, por la fuerza, que se quedase quieto. No recibí resistencia por su parte, es cierto. - Ahora vamos a follar de verdad. Sólo sexo oral es de cobardes. - Le dije sin pensar con la intención de que me hiciese caso y no lo reflexionara mucho para que no se diese cuenta de que yo acababa de decir una tontería. - No sé si podré. No sé si mi pene me hará caso, que ya tengo ochenta y siete. Siendo realistas, yo sabía que tenía más de ochenta, pero nunca hubiese dicho que más de ochenta y cinco. Es más, ya me llevé una sorpresa cuando me enteré de que tenía más de ochenta. Don Luis tenía barriga y ya. Al verlo por primera vez pensé que tendría setenta y pocos. - ¿Cómo que no? Si estás hecho un campeón. Se te va a poner dura seguro, aunque no sea tan dura como antes, pero es que eso es imposible. Esta vez si le hice una paja. Se empezó a empalmar, pero se le desinfló enseguida, cuando oímos a su mujer gritar su nombre por la escalera. Le hicimos saber que nos habíamos quedado encerrados en el ascensor. Yo seguía haciéndole la paja, pero él tenía la cabeza en otro lado. - Si ella supiera lo que está pasando aquí dentro... - Dije. Él se volvió a empalmar, pero desbloquearon el ascensor desde fuera y volvió a ponerse en marcha. Nos vestimos corriendo para que no nos pillaran y nos despedimos en su rellano, ...