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Glory days
Fecha: 12/12/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Eric Salazar, Fuente: TodoRelatos
... tu mujercita el sábado? ¿Llena de leche? Si esto es lo que quieres, esto tendrás. Los ordeñaré para que veas lo buena zorra que puedo llegar a ser. - Mmmmmm. Si se la chupas igual que me has hecho a mí. Les vas a dejar los huevos vacíos. Y por mí, puedes ser todo lo zorra que quieras ser. - ¿Todo lo zorra que quiera ser? ¿Y si alguno me gusta mucho y quiero que me folle? - Pues te lo follas. — Respondí seguro de lo que quería decir. — Es más, el sábado tienes carta blanca para hacer lo que quieras. Eres libre durante todo el sábado. - Luego no te eches atrás. — Me dijo con los ojos brillantes por la excitación. El resto de la semana tuvimos sexo todas las noches, un sexo duro y animal, instintivo. Todas esas noches tuvieron un factor común. Nuestros polvos acabaron todos con una mamada impresionante, y con mi leche, en la cara, las tetas o la boca de mi pareja. Llegado el sábado por la mañana mi chica me despertó sujetando mi polla y dándole tirones para acabar poniéndola dura como una barra de hierro y al final metérsela en la boca para como todos los días de esa semana. Con la boca llena de mi semen. - Puede que dentro de un rato tengas la boca llena de la leche de otro. ¿Eso es lo que te guardaría, ehhhh, zorrita? - Quiero probar otra polla y ordeñarla hasta que me dé lo que yo quiero. — Respondió ella, con un hilito brillante que caía desde sus labios hasta la barbilla. Recogí ese hilito de leche con el dedo y se lo metí en la boca, para que ...
... no desaprovechara ni una gota de lo que había sido su desayuno. Fue a la ducha, y yo aproveché para prepararle la ropa. Cuando salió y la vio, sonrió y me dijo: - Así que quieres que vaya vestida muy provocativa. - Si vas a actuar como una zorra. Quiero que vayas vestida como una zorra. Le había preparado un vestido de tela fina, estampado de serpiente, con la falda justo por debajo del culo y un escote generoso, que dejaba ver casi todos los pechos. Unas medias de rejilla con una tira en la parte de atrás, sujetas con un liguero de cuatro tiras, de encaje negro. No le había preparado tanga ni sujetador. Iría casi desnuda y sintiendo todos sus atributos. Estaba impresionante. Rezumaba sexualidad por cada poro de su piel. Para acabar su atuendo, unas botas de cowboy también de piel de serpiente que sonaban a cada paso que daba, avisando a todo el mundo que llegaba una mujer pisando fuerte. Nos fuimos a tomar vermut por la zona donde se encontraba el sex shop. - Voy a tomarme un par de vermut para entonarme y perder la vergüenza a hacer estas cosas. — Me dijo ella mientras brindábamos con el primer vermut de la mañana. - Por perder la vergüenza. — Brinde yo. Dos bares y tres vermuts después. Ya estaba más animada y fue cuando dijo: - Vamos a los glory hole. Que quiero ver qué sorpresita tengo. - No, no vamos. Vas. Entra tú sola y yo entraré a los diez minutos. Ponte en una de las cabinas con glory hole grandes. Por si quieres compañía, y ya sabes… ...