Madura cornuda follada por su mejor amigo - Relatos Eróticos

Madura cornuda follada por su mejor amigo

... prefería un desconocido, pero me daba miedo. Me daba miedo la forma de conocer a ese desconocido, que me pudiese hacer daño o que luego me saliera rana y quisiese seguir conmigo o incluso ante mi negativa a tener una relación extramatrimonial duradera se vengase contándoselo a mi marido. Incluso me daba miedo que fuese un bocazas y lo fuese contando por ahí. No, tenía que ser alguien de mi entera confianza. Alguien que aceptase mi oferta, que estuviese soltero o divorciado y que yo tuviese la seguridad de que jamás abriría la boca.

Con ese perfil solo había una posibilidad: Roberto, mi Roberto del alma. Nos conocemos desde hace bastantes años y tenemos una relación de amistad profunda. Es de la ciudad de toda la vida, trabaja conmigo desde hace 25 años, por lo menos, y hace un par de años que se divorció.

Es mi mejor amigo. Nos lo contamos todo entre nosotros, aunque la aventura de Iván aún no se la había contado, pues me daba mucha vergüenza. Tiene mi edad, y físicamente es más mi tipo que Iván. Más alto, mejor tipo. No es guapo en absoluto, le empieza a escasear el pelo, pero no tiene canas. Tengo que reconocer que hace unos años fantaseé algunas veces con él, pues me pareció que tenía un buen paquete. Creo que alguna vez me pilló mirándoselo furtivamente. De no haber conocido a Iván, sin duda, habría sido una buena opción para mí como marido.

Un día, aún no sé cómo, en uno de nuestros paseos alrededor de la oficina en un rato de descanso, di el paso y me tiré a la ...

... piscina. Le conté que mi marido me había puesto los cuernos con otra. Añadí que, aunque le había perdonado, quería cobrarme una pequeña venganza pagándole con la misma moneda. Quería ponerle los cuernos, echar una cana al aire, pues solo había tenido relaciones con mi marido, única pareja de mi vida, con el que llevaba 35 años. Le confesé que tenía curiosidad por hacerlo con otro hombre y quería aprovechar la oportunidad que me había supuesto la aventura de mi marido para poder hacerlo sin tener cargo de conciencia.

Roberto me dijo, “¿pero estás segura de lo que vas a hacer?”.

- Completamente. Lo he pensado mucho y estoy dispuesta. Me apetece mucho. Tengo que reconocer que desde la menopausia tengo más ganas de sexo y mi marido todo lo contrario. Me apetece mucho probar cosas nuevas, probar con otra persona, solo una o dos veces, nada serio. Que sea solo sexo. Llevo más de 30 años acostándome con la misma persona, cada vez menos, por cierto, y hacerlo con otro podría darme una visión nueva del sexo, que incluso podría revitalizar mi relación con Iván.

- Vaya, que buena eres, Fe. Si al final lo vas a hacer por su bien, ja, ja, ja. (Roberto solía ser bastante irónico al hablar, sobre todo conmigo, debido a la confianza que teníamos, pues por lo demás es muy tímido).

- Qué papón eres. (Me encantaba llamarlo así).

- ¿Has pensado quién va a ser el afortunado?

- La verdad es que he estado pensando sobre ello.

- ¿Dónde quieres encontrarlo? ¿En una web de citas, ...