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Pasión en la sombra
Fecha: 14/12/2025, Categorías: Hetero Autor: Angelguti, Fuente: TodoRelatos
... mezclándose con el olor a madera. Sin decir una palabra, sus labios se encontraron en un beso apasionado, hambriento. Las manos de Alberto se deslizaron por la cintura de Helena, atrayéndola hacia él, mientras ella enredaba sus dedos en su cabello rubio. El beso fue voraz, como si estuvieran tratando de devorarse el uno al otro. Helena rompió el contacto, jadeando, sus ojos brillando con una intensidad que Alberto nunca había visto antes. —Te he extrañado —murmuró, su voz ronca por la emoción. —Yo también —respondió Alberto, su voz apenas un susurro. —Cada día. Helena lo miró, sus ojos verdes llenos de una mezcla de deseo y vulnerabilidad. Luego, con un movimiento rápido, desabrochó los primeros botones de su uniforme, revelando el escote de su blusa. Alberto sintió un nudo en el estómago al ver la piel pálida y suave, la curva de sus tetas. —Tócame —susurró Helena, su voz un susurro seductor. —Hazlo rápido, antes de que alguien nos vea. Alberto no necesitó que se lo dijeran dos veces. Sus manos temblorosas se deslizaron bajo la blusa, acariciando la piel cálida y suave de sus pechos. Helena gimió suavemente, inclinando la cabeza hacia atrás, exponiendo su cuello. Alberto besó la piel delicada, sintiendo el pulso acelerado de ella bajo sus labios. —Más —susurró Helena, sus manos agarrando la camisa de Alberto, tirando de ella con urgencia. —Quiero sentirte dentro de mi. Alberto la obedeció, desabrochando los botones de su camisa y dejándola caer al ...
... suelo. Helena lo miró, sus ojos recorriendo su torso musculoso, las cicatrices que contaban historias de un pasado turbulento. —Eres hermoso —murmuró, sus dedos trazando las líneas de sus músculos. —Tan fuerte, tan masculino. Alberto sonrió, un gesto raro y precioso en ese lugar. Tomó las manos de Helena, llevándolas a su cintura, y la atrajo hacia él. Sus cuerpos se presionaron, la calidez de ella contrastando con el frío del taller. —Quiero follarte —susurró Alberto, su voz ronca por el deseo. —Aquí y ahora. Helena asintió, sus ojos brillando con una mezcla de miedo y excitación. Sabía que era arriesgado, que si los descubrían, las consecuencias serían severas. Pero en ese momento, no le importaba. Solo quería a Alberto, quería sentir su cuerpo contra el suyo, quería tener la polla de Alberto dentro de ella. Alberto la levantó, apoyándola contra la pila de tablones. Sus manos se movieron con urgencia, desabrochando el cinturón de su uniforme y bajando los pantalones. Helena lo ayudó, sus dedos temblorosos deshaciéndose de la ropa que los separaba. El miembro de Alberto, duro y palpitante, se liberó de sus restricciones. Helena lo miró, sus ojos ampliándose al ver su tamaño. —Eres tan grande —susurró, su voz un susurro de asombro. Alberto sonrió, un gesto de satisfacción masculina. Tomó las manos de Helena, guiándolas hacia su erección. —Tócame —ordenó, su voz un susurro dominante. —Siénteme. Helena obedeció, sus dedos envolviendo la dureza de él. ...