1. Aventuras y Calenturas de Niños Traviesos. Capítulo 1.


    Fecha: 15/12/2025, Categorías: Dominación / BDSM Gays Autor: rxxa53, Fuente: SexoSinTabues30

    ¡Advertencia!
    
    El siguiente relato es una obra de ficción. Cualquier parecido con hechos y/o personas reales es mera coincidencia.
    
    El hijo del patrón.
    
    Tenía ya dos meses trabajando en aquel taller y desde el primer día quedé encantado por lo hermoso que era el pequeño Matías de 9 años, hijo del patrón. Cada vez que lo veía entrar me quedaba idiotizado y mi verga comenzaba a erguirse. Él era un niño morenito de cabellos lacios, cuerpo un poquito llenito y con un culazo de campeonato, además de que tenía una carita hermosa, gracias a los rasgos de su mamá.
    
    A leguas se le notaba que era afeminado, cosa que le molestaba a mi patrón porque decía que tenía que ser machito y no un suavecito. El niño ni se inmutaba, el seguía con su vida sin importarle los reproches de su viejo.
    
    Un día, el patrón tenía que ir a que le rectificaran una cabeza que habíamos desmontado entre él, Gustavo (el otro chalán) y yo, pero para su mala suerte el niño se encontraba en el taller, pues la mamá se había ido a hacer mandados.
    
    – ¿Papi, puedo ir? – preguntó Matías.
    
    – No, solo me estorbarías. – le contestó.
    
    – Por favor, quiero ir.
    
    – Dije que no y te callas. – dijo ya en tono amargo. – Francisco (ese soy yo), Gustavo y yo iremos. Recoge todo y cuando vuelva ya cerramos el taller.
    
    – Sí, patrón. Lo que usted diga.
    
    – Ah, y cuida al mocoso. Que no ande de tentón.
    
    Menos de dos minutos después se habían subido a la camioneta y partieron, dejándome solo con mi hermoso. Fui ...
    ... rápido al portón del taller y cerré. Luego volví con él.
    
    – Mati, ayúdame a levantar para que sea más rápido y juguemos a algo mientras tu papá regresa. – dije.
    
    – ¡Sale! Te ayudo. – contestó efusivamente.
    
    Y así nos pusimos manos a la obra. Mientras recogíamos todo, me relamía los labios y comencé a idear un plan para disfrutar del chiquillo, sin importarme ya que mi verga se había parado, cosa que no pasó desapercibida para Matías.
    
    Habiendo levantado, iba a proponer mi juego, pero el chiquillo se me adelantó.
    
    – Oye, yo quiero elegir el juego. – dijo.
    
    – Está bien. ¿Qué quieres jugar? – dije con un poco de resignación.
    
    Sin contestarme, se abalanzó sobre mi verga, la liberó de su prisión bajándome los pantalones y sin dudarlo se la metió a su boca, acción que me dejó en shock. Me estaba dando una mamada de campeonato, mejor de lo que ninguna de las novias que he tenido.
    
    Comencé a dejarme llevar por las sensaciones que sentía gracias a la experticia del chiquillo. Mi verga se ponía cada vez más dura y caliente, sentía que iba a explotar en cualquier momento, pero antes de que eso pasara el chiquillo se desprendió y me dijo.
    
    – Te espero en la oficina de papá. – dijo y se fue corriendo.
    
    Tenía los pantalones abajo y mi respiración era sumamente agitada. No daba cabida a lo que estaba ocurriendo en ese momento, pero me estaba encantando. Así que, en cuanto salí de mi trance erótico me subí los pantalones sin abrocharlos y fui a donde se encontraba aquel ...
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