La granja de semianimales de Sara - 2 - Relatos Eróticos

La granja de semianimales de Sara - 2

... que marcas tú.Tus dedos en el pecho siguen retorciendo elpezón duro, la leche sale caliente, manchándote la mano y el suelo.

Sientes el temblor que sube desde su barriga a los músculos de la espalda.No aflojas. Dejas claro tu dominio, la haces bajar más la cabeza, hasta que no puede más y, por fin,cae rendida a cuatro patas, primero temblando, luego derrumbándose sobre un costado, mugiendo profundamente. El cuerpo agitándose en olas de placer,derrotada, sudorosa y completamente doblegada por tu mano.Sara observa la escena desde detrás, satisfecha, saboreando tu cambio de actitud y el espectáculo de sumisión total.

—Así se hace —te suelta, voz ronca, con una mezcla de respeto y burla—. Cuando una vaca sabe quién manda, no necesita más órdenes.La vaca mujer jadea, exhausta, el sexo aún palpitando abierto alrededor de tu antebrazo, elpecho latiendo y la leche goteando, absolutamente a tu merced. Y tú, con la mano empapada y el brazo cubierto de sus jugos, le dejas claro a todo el establo cuál es tu lugar… y el de ellas.

-Bueno chico, ahora toca el trabajo de verdad Vamos a ordeñar a estas señoras ahora que están tranquilas.