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Cuando mi prima se queda a dormir (Parte 2: Manoseándola Descaradamente)
Fecha: 16/12/2025, Categorías: Dominación / BDSM Incesto Voyerismo Autor: VoyeurCoordinator, Fuente: SexoSinTabues30
... la represión sexual que presentaba y el ejemplo que se le dio, un mounstro en camino a ser como su padre y abuelo. A pesar de que sentí culpa por ser descubierto en un mal acto, no me detuvo en lo absoluto, el tener acceso prácticamente ilimitado a su colección de ropa interior cada fin de semana seguía siendo un premio que mi pene agradecía y mi mente anhelaba a pesar de que no podía llevarme más de sus calzones a casa. Y lo mejor para mí, después de darme gusto con la tela que estuvo en contacto con su vulva, podía cargarla de la misma manera en la que lo hice inicialmente por el trato que hicimos, una de las mejores inversiones de mi vida y la excitación que sus bragas me causaban me hizo empeorar mi trato con ella mucho más rápido. Al principio solo la cargaba y le daba vueltas de la misma manera en la que inicié, en donde lo único que podía suceder era un poco de contacto con sus pechos por encima de su polera o corpiño, pasar mis manos sobre su abdomen y el resto de su torso por los lados de manera disimulada, pero caliente por haber desbloqueado el acceso a su ropa interior como algo de lo más prohibido que había hecho hasta ese momento, me dio valor para intentar un poco más con el resto de los “castigos” que me debía. En lugar de castigarla con mareos cuando la cargaba, dejé la parte de “castigo” de lado y comencé a hacer cosas más inmorales. En lugar de levantarla tomándola por la cintura con mis manos, opté por ir más abajo y tomar su culito como ...
... apoyo. Las primeras veces sus nalguitas solo tenían contacto con mis antebrazos, cargándola a manera de bebé y haciendo mención de ello burlonamente, que ella era tan pequeña y ligera que era una bebé, así que la iba a cargar como uno. Seguía dando excusas para mi comportamiento y cada vez me importaba menos que tan válidas eran. El tener su culito apoyado en mí me volvía loco y decirle “eres una bebé” pero pensando “quiero que seas solo mía”, arruyándola como una infante manteniendo su cuerpo contra el mío, con lo único en mi mente siendo como su cuerpo y el mío estaban completamente pegados el uno al otro, el como sus nalgas se sentían como el mismo cielo y sus nubes apoyadas en mi antebrazo, Cada vez que era hora de devolverla al suelo, dejó de preocuparme mi erección y en lugar de ocultarla y separarme de ella para que no la sintiese, hacía lo posible para que pasara por tantas partes de su cuerpo como pudiese, desde sus piernas hasta su abdomen, a veces pasando por su vulva o culito por un microsegundo cuando la posición en la que la levantaba lo permitía. Esas ocasiones ella segía riéndo por el juego sin saber lo caliente que me ponía, pero conforme más notorio me volvía, lentamente podía notar como comenzaba a caer en cuenta de lo que estaba pasando. En las últimas ocasiones en las que sucedió, ya no me importaba y cambiaba de posición varias veces mientras la cargaba, en lugar de solo poner su culito en mi antebazo ya la sujetaba por ahí con mis manos y se lo ...