1. Cuando mi prima se queda a dormir (Parte 2: Manoseándola Descaradamente)


    Fecha: 16/12/2025, Categorías: Dominación / BDSM Incesto Voyerismo Autor: VoyeurCoordinator, Fuente: SexoSinTabues30

    ... apretaba fuertemente varias veces, al principio con una mano pero después ya tomando una nalga en cada una, a veces sujetándola solo por sus nalgas y a veces el morbo me llevaba a sujetarla por la parte interor de sus muslos en donde mi índice estaba en contacto directo con su vagina. Tenía todo en donde podía desear de esa forma, mis pulgares apoyados en su nalguitas, mis índices sintiendo el calor de su vagina y el resto de mis dedos enrollando y apretando la parte interna de su muslo.
    
    Cuando cambiaba de posición, ya colocaba una de mis manos entre sus nalgas mientras nos movíamos y más allá, posaba mis dedos enmedio de su trasero por unos segundos, dejando más de un dedo en su rajita, moviéndome rítmicamente un poco, excusándome por el movimiento natural de cambiar de posición o un tonto bailecito mientras mi mano se posaba en sus partes privadas, esa excusa me ponía loco ya que me permitían masturbarla levemente mientras la cargaba.
    
    También solía posicionarla frente a mí, cargándola como si le estuviese dando un abrazo pero a la altura perfecta en la que su vagina estaba en contacto directo con mi erección y saltando un poco para frotarme con ella mientras sentía sus ricas tetas en mi estómago.
    
    En más de una ocasión en uno de esos cambios de posición incluso llegué a darle toda la vuelta a su cuerpo para que quedáramos como un 69 donde su cara estaba cerca de mi pene duro que solo se ponía más y mas porque mi rostro estaba muy cerca de a su vagina y/o culito. ...
    ... Había pasado horas oliendo sus bragas y ya sabía perfectamente cómo olían sus partes, así que cuando mi olfato detectaba el mismo olor, pero fresco, calentito y vivo, me daban ganas de cada vez más.
    
    Una de esas veces en las que la puse en 69 accidentalemente le bajé el pantalón cuando la dejé de cargar y le vi la mitad de sus nalguitas. No fue planeado ni tuve la intención, pero era la primera vez que veía parte de su culito y jamás olvidaré lo precioso que es y lo mucho que me calentó en el momento por la sorpresa. Ese tesoro era lo que guardaban las panties que olía cada vez que podía.
    
    Cuando llegué a ese punto de acosarla y manosearla, solo pensando en mi satisfacción sin importarme como lo tomase ella, tratándola como mi juguete sexual, ya no reía como las primeras veces que lo veía a manera de juego, A pesar de que aún disimulaba, ya tenía una idea de lo que estaba haciendo.
    
    La sobreprotección de mis tíos y el tabú que se tenía en nuestra familia acerca del sexo y acoso hicieron qué, si bien tenía idea de lo que estaba pasando, no tenía experiencia con ello, no tenía herramientas para tener una opinión formada al respecto para decidir si estaba bien o mal, si quería o no, y por supuesto, todo esto prevenía que ella tomara acción alguna.
    
    Mi intento por hacer que me dejara cargarla más veces por más dulces, fracasó. Lo único que sí tenía valor de hacer era el no “formalizar” el acuerdo nuevamente, se notaba algo incómoda pero más que nada, confundida.
    
    Si bien ...