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Mi vida. Resplandores y tinieblas (5)
Fecha: 16/12/2025, Categorías: Infidelidad Autor: lolalp, Fuente: TodoRelatos
Mi vida. Resplandores y tinieblas Capítulo 4. Mi vida, mi proyecto. Antes de que terminaran las actividades administrativas en la facultad en ese mes de diciembre, presenté la solicitud de certificación que ya tenía preparada, para la tramitación oficial mi título de profesor de inglés. El fin de año no quise pasarlo en casa, estando la relación con mi padre tan deteriorada, no quería ir a caretearla, lo sentí por Gloria y por mi hermana, pero estuve con ellas los días previos. Ese verano tampoco saldría de vacaciones, el dinero que tenía ahorrado lo necesitaba para comenzar a preparar el tan ansiado proyecto de crear mi instituto de enseñanza de idiomas. En el mes de enero, antes de que Sol se fuera de vacaciones con unas amigas, nos juntamos para conversar, le conté mi intención de encontrar un lugar para abrir mi propio instituto mientras salía el título y le propuse que trabajara conmigo. No me contestó en ese momento, me dijo que se lo pensaría y al regreso de las vacaciones volveríamos a hablar. Un par de días después, Maite me llamó para vernos, se vino a mi departamento y mientras tomábamos unos mates, me contó que un hermano de su padre, tenía un local en alquiler en una linda zona a unas quince cuadras del centro, en el que hasta un par de meses atrás funcionaba una inmobiliaria, pero desde entonces estaba vacío. En su teléfono me mostró las fotos de ese local, de diez metros de ancho en el frente, por veintidós de fondo, y detrás un patio de ...
... ocho metros. Un amplio salón libre y una oficina con ventana al patio trasero, por lo que, de ser ese el lugar, lo tendría que subdividir en dos o tres espacios que harían las veces de aulas, dejando al frente un lugar de recepción. El local era grande, la ubicación buena, y en mi cabeza comencé a imaginar cómo se podría armar todo allí. Maite me dijo que siendo su tío, no habría necesidad de hacer más allá de un contrato, sin los gasto que significaría hacerlo a través de una inmobiliaria, y que estando ella de por medio, el costo mensual no sería el que pagaría cualquier otra persona, sería algo más acomodado. Me ilusioné con esta posibilidad y le dije a Maite que cuanto antes, arreglara una reunión con su tío, para verlo en persona y ultimar los detalles si me decidiera a alquilarlo. Un par de días después, el sábado antes de que Maite se fuera de vacaciones, pasó a buscarme por casa, y con las llaves del local fuimos a verlo. Estacionamos en la puerta, bajamos del auto, Maite abrió una puerta de metal, que estaba en el costado izquierdo del local. Ingresamos a lo que en mi mente podría ser la recepción, un espacio de unos tres metros, de profundidad por cuatro de ancho. En las fotos que había visto no se veía, pero al costado, el local tenía como una especie de galería, de unos tres metros de ancho también, a la que daban las ventanas del amplio salón, que imaginaba subdividido en tres o cuatro espacios, qué harían las veces de aulas. La puerta ...