1. Vacaciones en Punta Quemada (I)


    Fecha: 18/12/2025, Categorías: Grandes Series, Autor: dlacarne, Fuente: TodoRelatos

    ... tema. Blanca reaccionó a mi tiro con grandes reflejos y, con evidente intención, golpeó fuerte y en dirección al chico. Un lanzamiento imposible de parar. Al girarme una vez más, me alegré de no verlo en un principio pero, emergió como Poseidón de entre las aguas y corrió hacia la pelota antes de que yo llegara, balanceándose el pene con cada paso que dio en mi dirección.
    
    -¡Aquí está otra vez! -dijo el chico- Me quedo cerca por si necesitáis a un recogepelotas -bromeó regalándome de nuevo su sonrisa.
    
    -Con lo mala que soy no nos vendría mal. Seguro que en veinte segundos la he vuelto a perder.
    
    -No se hable más. Me quedo aquí atento a vosotras. Toma, la pelota.
    
    -¡Muchas gracias! Y perdona, que acabamos de llegar y no paramos de molestar.
    
    -¡No pidas perdón por esa tontería, tranquila! Yo también acabo de llegar y estoy encantado con mi nuevo trabajo de recogepelotas.
    
    -¿Tampoco eres de por aquí? Nosotras hemos llegado hace una hora como mucho. Nos quedamos unos días en un piso por aquí cerca.
    
    -Yo vivo a una media hora, en la ciudad, y trato de venir un par de veces todos los veranos. De momento, nos quedamos el finde.
    
    En ese momento, como el monstruo de una peli de miedo, Blanca apareció por detrás de mi hombro, cómo si hubiese estado escondida todo el tiempo, escuchando y esperando el momento más inoportuno.
    
    -Venía ver si estabas bien, pero ya veo que sí. ¡Hola, qué tal! Yo soy Blanca, ¿y tú? ¿Lex? ¡Qué bonito! -dijo Blanca con voz de tonta y ...
    ... apretando los brazos contra su pecho- Bueno, ¿te vienes a jugar?
    
    -Ahora voy. Toma -le puse la pelota sobre sus tetas apretadas-, juega con Camila mientras.
    
    Cuando Blanca se fue, guiñándome un ojo, retomé la conversación con Lex.
    
    -Así que Lex, ¿no? Yo soy Marta, encantada -puse mi mano sobre su hombro para coger impulso y llegar a darle dos besos. El apoyó su enorme mano en mi cintura para agacharse-. Supongo que nos veremos estos días si estás por aquí. Te dejo ya, que te estarán esperando tus amigos.
    
    -No, no te preocupes. Creo que iban a jugar al volley ahora. Yo estaba pensando en darme un baño y dar un paseo por la orilla para relajarme un poco.
    
    -¡Ah! Yo también estaba pensando en algo así. Eh... te importa... ¿te importa si te acompaño?
    
    -¡Para nada! Iba a proponértelo yo ahora si no decías nada.
    
    Su sonrisa se hizo aún más grande tras decir eso. La mía, también. Con un gesto, me invitó a iniciar el camino y así hice. Al pasar por al lado de mis amigas me despedí de ellas y le devolví el guiño de ojos a Blanca. Ambas me miraban boquiabiertas y hacían señas para que a la vuelta les contara.
    
    Con la atención puesta en mantener una conversación trivial que tapara torpemente los silencios, caminamos y caminamos por la orilla. Al otro lado del paseo marítimo, se divisaban hoteles, discotecas y otros sitios que había visto por internet; nos habíamos adentrado de lleno en la zona nudista. La playa estaba mucho más aglomerada en esta zona y, aún así, no se veía ni un ...
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