Así empezó todo - Relatos Eróticos

Así empezó todo

... las 8, llamé y él ya había llegado. Iba vestido con un pantalón de color claro y una camisa por fuera a juego y descalzo. Olía tan bien como siempre. En la cocina había preparadas varias bandejas que un cátering le había llevado. Él estaba preparando la zona del jardín donde hay unos sillones y una mesa para cenar. Cuando llegué me dio un beso en los labios como si fuera lo más normal del mundo. Nunca nos habíamos besado, por supuesto. Recuerdo que me mojé cuando lo hizo. Le ayudé a preparar las bandejas de cosas exquisitas en la mesa del jardín y nos pusimos a cenar.

Hablamos de todo, pero el beso estaba allí. Me sentí mayor estando con él. Esa sensación de “Diosssssss qué bien estoy aquí con este tío”. Cuando acabamos de cenar se levantó a recoger la mesa y me dijo que yo ni me moviera, que era la invitada. Cuando regresó me puso las manos en los hombros y me preguntó si tenía calor. Era junio y hacía calor esa noche, la verdad. Le dije que sí. Y entonces me dijo, “Si te pido que hagas algo, ¿lo harás?” Y yo dije “Sí”. Se sentó en uno de los sillones de jardín con una copa de cava y me dijo, “quiero que te bañes en la piscina”.

Por supuesto yo no llevaba bañador, pero no fui tan idiota como para decirlo. Lo miré, creo que me puse roja, pero disimulé y me levanté de la mesa. Me puse delante de él, me saqué las sandalias, me saqué el vestido por encima de la cabeza y me quedé delante de él enseñando mis tetas. Él no dejó de mirarme sin decir nada. No me saqué el tanga ...

... que era superpequeño de color azul y me metí en la piscina entrando por las escaleras. Me bañé durante un rato mientras él no paraba de mirarme. Al rato salí. Me acerqué a él. No había traído una toalla ni nada y solo me miraba. Me acerqué, me agarró de las caderas me acercó a él y me dio la vuelta y quedé de espaldas a él. Noté como me tocaba el culo con las dos manos, como lo apretaba, como me separaba las nalgas. De pronto, me agarró el tanga y lo bajó de un tirón. Me quedó en los tobillos y me lo saqué. Me iba el corazón a mil. Estaba mojada del agua de la piscina y notaba mi coño empapado. Me dijo que separara las piernas y lo hice y entonces empezó a tocarme entre las piernas hasta que noté sus dedos en mi coño. Y cuando me tocó allí, con la otra mano me pegó en el culo bastante fuerte. Diossssssss cómo me excitó que hiciera eso. Notaba su mano marcada en mi culo y me estaba sintiendo como jamás me había sentido.

Dejó de tocarme el coño y se recostó en el sillón. Yo me giré y me eché sobre él, abierta de piernas sobre sus rodillas lo morreé con todo. Me frotaba el coño contra su paquete que le dejé ese pantalón precioso empapado de mi coño y del agua de la piscina que todavía chorreaba mientras no parábamos de morrearnos y sus manos me tocaban el culo y la espalda y se enredaban en mi pelo mojado.

De pronto, me agarró del pelo y me echó la cabeza atrás y pegó su boca a mis pezones y empezó a morderlos, chuparlos, lamerlos, con la otra mano en estrujaba las tetas y ...