Antonio el camionero y la puta del coño insaciable - Relatos Eróticos

Antonio el camionero y la puta del coño insaciable

... Olivia, observando cada contracción de sus músculos, cada jadeo. No había palabras, sólo el lenguaje de los cuerpos acoplados en un acto primitivo. Olivia, en ese momento, era pura carne, pura necesidad, un objeto deseado por una fila de hombres. Y ella lo sabía, y lo disfrutaba hasta la última gota, hasta el último espasmo. El camión de Antonio, esa noche, era su altar.

Con un último gemido, que fue más un suspiro contenido, el Gusano clavó sus caderas contra Olivia con una fuerza final. Su cuerpo tembló, no por un orgasmo explosivo, sino por una descarga lenta y contenida, como una batería que se vacía sin sobresaltos. La mujer sintió el fluido caliente y viscoso llenar sus entrañas.

El Gusano se retiró con la misma frialdad con la que había entrado, su polla fina y pálida, ahora flácida, resbalando fuera de Olivia con un sonido húmedo. Se ajustó los pantalones sin decir una palabra, sus ojos pequeños aún clavados en ella por un instante, antes de desaparecer por la puerta.

Antonio se despidió de él con un apretón de manos y, antes de dar paso al siguiente, se encendió otro cigarro, mirando al cielo estrellado. La noche prometía ser larga, muy larga. Y Olivia, aquella pijita suburbana reconvertida en insaciable puta de carretera, seguía en la brecha, dispuesta a recibir con las piernas abiertas a cada hombre que pasara por ese camión.

Continuará…