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El Refugio del Deseo
Fecha: 20/12/2025, Categorías: Gays Autor: Elegos, Fuente: TodoRelatos
... ligero, se despertó lentamente, sintiendo el tacto suave y explorador de Alex. Al principio, reacio y confundido, Carlos intentó apartarse, pero la insistencia de Alex y la intensidad de su mirada lo detuvieron. "Alex, ¿qué estás haciendo?" preguntó Carlos con voz ronca, su cuerpo respondiendo a pesar de su confusión. Alex, con una sonrisa tímida pero decidida, respondió: "Solo quiero explorar, Carlos. Quiero entender esto que siento." Carlos, sintiendo la sinceridad en las palabras de Alex, decidió dejar de lado sus dudas y permitir que el momento fluyera. Con una mezcla de ternura y deseo, comenzó a explorar el cuerpo de Alex, sus manos grandes y fuertes recorriendo cada músculo, cada curva. Alex, con un gemido suave, se entregó por completo, su cuerpo respondiendo con una pasión que sorprendió a ambos. Carlos, con su polla de 17 cm ya dura y palpitante, comenzó a desvestir a Alex lentamente, sus labios trazando un camino de besos desde el cuello hasta el abdomen. Alex, con su polla de 21 cm, se erguía orgullosa, una visión que Carlos no pudo evitar admirar. Con una confianza renovada, Carlos tomó a Alex en su boca, saboreando y explorando cada centímetro, mientras Alex se retorcía de placer, sus gemidos llenando la tienda de campaña. Carlos, decidido a llevar a Alex a nuevos niveles de éxtasis, lo colocó de rodillas, posicionándose detrás de él. Con una mano firme y segura, guio su polla dentro de Alex, sintiendo cómo su cuerpo se abría y lo acogía. Alex, ...
... con un grito ahogado, se aferró a las sábanas, su cuerpo temblando de anticipación y deseo. Carlos comenzó a moverse lentamente, sus embestidas profundas y controladas, permitiendo a Alex adaptarse a la sensación. Con cada movimiento, Alex respondía con gemidos y súplicas, su cuerpo pidiendo más. Carlos, excitado por la respuesta de Alex, aumentó el ritmo, sus manos aferrándose a las caderas de Alex, guiándolo en un baile de placer. El acto sexual se intensificó, cada movimiento sincronizado, cada respiración compartida. Carlos, con una mezcla de dominio y ternura, llevó a Alex al límite, sus cuerpos sudorosos y entrelazados en una danza de deseo. Alex, con su polla dura y palpitante, se masturbaba al mismo ritmo, sus gemidos cada vez más intensos. Finalmente, con un grito de liberación, Alex alcanzó el clímax, su cuerpo convulsionando mientras Carlos lo sostenía firmemente, sus embestidas alcanzando un ritmo frenético. Con un último empujón, Carlos se derramó dentro de Alex, su cuerpo temblando de éxtasis. En los momentos posteriores, ambos yacieron juntos, sus cuerpos entrelazados, sus respiraciones lentamente regresando a la normalidad. Carlos, con una sonrisa suave, acarició el cabello de Alex, sintiendo una conexión más profunda y una comprensión renovada. "Gracias, Carlos," susurró Alex, su voz cargada de emoción. "Gracias por dejarme explorar, por entender." Carlos, con una ternura inesperada, respondió: "Siempre, Alex. Estoy aquí para ti, en cada paso ...