1. Bea, casada y abierta 2


    Fecha: 20/12/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: robertlangdon, Fuente: TodoRelatos

    ... y se lo entregó en la mano a Nino sonriendo.
    
    -A tu salud.- Al mirar el móvil, Nino no podía creerlo. Bea posaba sentada en una silla, totalmente desnuda, con las piernas abiertas, todo el coño sonrosado emergiendo como un volcán en erupción entre el vello negro recortado, con las manos cogiéndose las tetas y pulsando un pezón y pellizcando otro, los ojos haciendo un guiño al observador de la foto, los dientes mordiendo ligeramente su labio inferior y…...lo que le hizo ponerse empalmado en pocos segundos: Entre el ombligo y el coño, cuatro letras escritas en mayúsculas con lápiz de labios en tamaño destacado para leerse perfectamente a esa distancia: NINO. Instintivamente, Nino se echó las manos a la entrepierna.- Joder, joder, joder, joder, tío….tío…..me revienta esto, ehhh, me revienta….
    
    Cuando quiso darse cuenta, al despegar la mirada del móvil, vió a Ramón con la polla fuera haciéndose una paja mientras miraba a Nino contemplar a su mujer provocándole desde una foto guardada el día anterior. Al tiempo hizo lo propio, y ambos amigos pasaron un rato pasándose el móvil, recuperando fotos de Bea, alguna de ellas inédita para Nino, pero ninguna tan directa y tan provocadora como la que lucía con aquellas cuatro letras. Ambos amigos se corrieron con pocos minutos de diferencia, y tras limpiarse con los pañuelos de papel que Ramón llevaba en el coche, comenzaron a circular a sus respectivas casas. Antes de despedirse, Ramón le preguntó a Nino: - Quieres follarte a Bea?. ...
    ... – Nino, ya menos sorprendido, pero aún azorado por la paja reciente y el impacto de la mujer de su amigo espatarrada, respondió visiblemente entusiasmado.- Sí.
    
    Varios días después, Nino, Ramón y Bea compartían copas en un céntrico local de la ciudad. La complicidad de Nino con Ramón se estaba materializando en un flirteo nada disimulado de Nino con Bea, ante la sonrisa colaborativa de Ramón, que empezó a ver a su mujer en su salsa como siempre que llevaban su espíritu morboso hacia la más caliente realidad.
    
    Varios días después, Ramón le dijo a Bea que esa tarde irían a casa de Nino. Le entregó a ella una bolsa con lencería de calidad, liguero liga, braga semitransparente de encaje y sujetador ligero también semitransparente, todo en un tono rojo intenso. Bea empezó a notar esa tensión interno que le sucedía cuando el morbo comenzaba a manifestarse físicamente. Se puso el conjunto entregado por Ramón, y salió con él a la calle en dirección a la vivienda de Nino.
    
    Una hora más tarde, los tres brindaban en copa con un tinto Montetoro Gran Reserva, tras una charla desenfadada en torno a las virtudes físicas de Bea, algunos acercamientos y roces de Nino sobre ella. Sonriendo, Bea vestía únicamente la lencería roja que, según se acababa de enterar, era regalo de Nino. Para agradecérselo, Bea le fué a dar dos besos que Nino transformó en un beso en la boca con lengua que Bea no rechazó. Ramón pensaba que todo estaba saliendo tal como él deseaba, y disfrutaba del tono de ...