-
Amor en criptomonedas V
Fecha: 23/12/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Peter28, Fuente: TodoRelatos
... pero dice que no es lo que piensas. Alan miró al frente, donde la línea del horizonte se ondulaba con el calor del asfalto. —Eso no importa ahora, Jack. Ya no importa. Yo tampoco sabía lo que hacía. Llevábamos tiempo perdidos. Ella pertenece a otro mundo, y yo —hizo una pausa —- no quería admitirlo. —¿Y qué vas a hacer en Miami? Alan sonrió, apenas. —No lo sé. Tal vez empezar algo nuevo. O al menos… olvidarme por un rato de todo lo que fui. Jackson no respondió enseguida. —Te dejo el número de este móvil. Es el de Fred. -Si necesitas algo… llámame cuando llegues a Miami. Tranquilo Jack compraré un móvil y contrataré una nueva línea y por favor no le digas a nadie a donde voy. En especial a Margareth — Vale. Gracias por llamar, hermano. Cuídate, ¿sí? Y si en algún momento quieres volver… aquí estaré. —Lo sé. Alan colgó. Se quedó un segundo mirando el teléfono. Luego se lo devolvió a Fred, que no había dicho una palabra durante toda la llamada. —¿Y bien? —preguntó con una ceja levantada. —Era mi amigo. Está bien. Me cubre la espalda. Fred asintió. Colocó un CD y subió un poco el volumen. Cambiaba la canción. Sweet home Alabama , llenó la cabina. —Bonita elección —murmuró Alan. Fred sonrió. —Buena canción para cruzar estados. El sol ya caía, y la luz se volvía dorada y oblicua. El cielo tenía nubes violáceas en la lejanía. Los árboles daban paso a campos planos donde pastaban vacas solitarias y carteles oxidados anunciaban ...
... moteles, diners, estaciones de servicio. —Vamos a parar en Baltimore —dijo Fred—. Conozco un lugar donde sirven unos hot dogs que hacen llorar a los ángeles. Y hay camas limpias para dormir. —¿No duermes en la cabina? —A veces. Pero esta vez quiero una ducha caliente y un whisky. ¿Vienes ? Alan asintió. — ¿Tienes con que pagar tu habitación? Si y gracias por preguntar Por primera vez en horas, tenía un objetivo más allá del dolor. —Vamos. Y el camión siguió rodando, alejándose más y más de todo lo que había sido. Las cosas que no dije. Margaret, jueves 10 de diciembre del 2020 El consultorio tenía algo de santuario. Estaba en un tercer piso antiguo, en una calle tranquila del Eixample. Las ventanas altas dejaban entrar la luz dorada del atardecer invernal, filtrada por cortinas de lino blanco. Una lámpara de papel lanzaba su resplandor cálido sobre la alfombra persa, y en la esquina, un árbol de Navidad discreto, con luces suaves y adornos de madera, aportaba un aire de calma melancólica. Afuera, el murmullo lejano de los coches y algún que otro villancico callejero se perdían entre los ladrillos centenarios. Margaret se sentó en la butaca verde frente a Andreu. Llevaba un abrigo beige que no se había quitado del todo, como si aún dudara de querer quedarse. Se recogió el cabello con una pinza, dejando algunos mechones sueltos, y miró un punto invisible entre sus rodillas. El veterano sicólogo como de costumbre, aguardó. No con prisa, ...