Historia 65 - La Vida en la Granja - Relatos Eróticos

Historia 65 - La Vida en la Granja

... invaluable para una estudiante de medicina que buscaba expandir su conocimiento sobre la cría de hucows, un campo increíblemente importante para la medicina dada la naturaleza vital de la industria láctea moderna. Y, casi increíblemente, era una pasantía PAGADA, lo que significaba que iba a cobrar un cheque de pago y recibir créditos de clase.

Así que Bethany se había unido a otras seis chicas de su facultad de medicina para unirse al personal de Sweet Milk Farms. Había sido increíblemente educativo, así como revelador en muchos sentidos.

Al entrar en la clínica, con la bata blanca de médico y la placa de identificación que aseguraba que no le pondrían el collar cuando entrase en áreas restringidas, la pelirroja alta y esbelta pensó en cómo conocer y hablar con las hucows que ahora estaban bajo su cuidado había sido muy diferente de lo que había esperado.

De alguna manera, siempre había pensado que las hucows serían, bueno, bastante oscuras, dada su constante preocupación por el sexo. El suero que las convirtió en ganado humano encendió un estado casi permanente de celo en sus impulsos reproductivos, lo que significaba que estaban en algún nivel de excitación sexual en todo momento, y si pasaban demasiado tiempo sin estimulación sexual, ese nivel podía aumentar a niveles casi insoportables de necesidad frenética.

Pero en una granja en funcionamiento como esta, eso rara vez era un problema para las hucows felices y contentas. Eran estimuladas, ya sea ...

... mecánicamente o a través de sesiones de cría personal con peones bien dotados, varias veces al día, a menudo mientras estaban arrodilladas en sus establos de ordeño, y el suministro regular de orgasmos las mantenía cómodas, aunque nunca realmente saciadas.

Así que le resultó fácil hablar con las chicas, no muy diferente en muchos aspectos de las mujeres con las que trataba en clase o en público todos los días. Vieron programas de televisión, compartieron consejos sobre el cuidado de los niños (después de todo, un tema frecuente para las yeguas de cría constantemente embarazadas), intercambiaron chismes y más. Había un club de lectura de hucows en la granja.

Las hucows también eran amigables, aunque tal vez demasiado dispuestas a compartir demasiado. Estando desnudas, no dudaban en hablar con franqueza sobre sus frecuentes actividades sexuales, incluso si, o tal vez porque, hacían sonrojar a la virginal Doctora Bethany.

Le preocupaba que el hecho de que algunas de las hucows fueran ex convictas (que quedaban embarazadas en bandas encadenadas o que habían cumplido condenas de trabajos forzados en las canteras o minas a veces eran enviadas a las granjas de cría para continuar su servicio al estado con úteros fértiles y ubres llenas de leche) pero la mayoría de ellas eran culpables de delitos menores o delitos de cuello blanco. Y estaban demasiado contentas como putas preñadas para causar problemas en la granja. En realidad, con frecuencia eran las hucows más amigables con las que ...