Equipo de protección XI - Relatos Eróticos

Equipo de protección XI

... parece que se han reproducido y ahora están también dentro de nosotros. – dijo Andrés compungido y alarmado por las palabras de Ani – Aunque más que energías, yo diría que esas criaturas son trasgos, unos duendecillos invisibles, traviesos y juguetones, clásicos de la mitología del norte de nuestro país, que entre las muchas trastadas que hacen, se dedican a robar a los humanos, y creo que a nosotros nos han robado la cordura.

-Si, vamos a bajar, pero primero yo voy a ponerme algo más decente, he venido solo con el camisón, sin nada más cuando he escuchado el alarido de Aurora. – dijo Ani – Esperarme que bajaremos juntos.

Pocos minutos después los tres ya vestidos bajaron juntos hasta la cocina, donde les esperaban ya desayunadas y expectantes las otras diez mujeres, que nada más entrar los miraron intentando adivinar que podía haber pasado, y por supuesto enterarse si las consecuencias de lo que había sucedido entre las dos jóvenes y el responsable de su seguridad, podrían acarrear cambios sustanciales en la misión, pero se relajaron todas al ver que Andrés y sus dos acompañantes, nada más sentarse empezaron a desayunar con un evidente apetito, momento en el que Andrés las dijo:

-No tengo ni idea de lo que Aurora y Alba han podido contaros, si es que os han contado algo, pero yo y las dos tenientes tenemos que confesaros una serie de sucesos que están ocurriendo y que debéis de intentar asimilar con serenidad y sin recelos, ya que a pesar de lo increíble que os ...

... pueda parecer la experiencia que acabamos de vivir, que mientras os la contemos, no debéis de preocuparos ni asustaros hasta que terminemos, pues es una situación que se nos puede ir de las manos si no controlamos nuestras emociones, eso si ya no se nos ha ido, cosa que hasta es posible.

-No hemos contado nada, pues nuestros números dos, a las que has conocido hace un ratito y con las que ahora tenemos una comunicación mucho más fluida tras nuestro apareamiento, nos han aconsejado que esperásemos a que Andy II, se lo explique a todas. – dijo Alba ante la cara de extrañeza de las ocho mujeres que ignoraban lo ocurrido – Pues parece que entre ellos se comunican, y por eso ya sabemos que a Lola y Ani también les han insertado sus conocimientos, y por lo que parece de la forma más satisfactoria y agradable posible, cosa de la que yo y Aurora nos alegramos mucho, sobre todo por Lola, que de todas era sin lugar a dudas la que más lo deseaba.

-Yo no sé si me estoy volviendo loca, cosa que no me extraña por todo lo que me está ocurriendo en estos últimos años de mi vida, o quizás es que vosotras sois de verdad criaturas descendientes de alguna civilización alienígena. – dijo Julia angustiada mirando a sus hijas – Y aunque miedo no tengo ninguno, si me gustaría saber de una puñetera vez que coño está pasando, quienes son vuestros números dos y sobre todo a que ha venido eso de vuestro “apareamiento”.

-No te preocupes, tus hijas son tan humanas como todos nosotros, lo único que ...