Equipo de protección XI - Relatos Eróticos

Equipo de protección XI

... pasa que ellas tienen a alguien que las protege, esos seres que incluso tu misma dijiste que percibías. – dijo Andrés ante la estupefacción de Julia y las demás mujeres – Ahora cuando desayunemos nos sentaremos tranquilamente en el salón y allí os contaremos todo lo que hasta ahora hemos averiguado, que no es poco, pero perdonarnos, los trances por los que hemos pasado para poder enterarnos nos han abierto el apetito, por lo menos a mí.

-Joder es normal, sobre todo al Ogro le tiene que haber entrado un hambre enorme tras el desgaste físico. – dijo Aurora riendo – Trances dice el tío, si nada más amanecer cepillarte a dos chavalas de menos de veinte años y después a dos mujeres en todo su esplendor cercanas a los treinta, es un trance, es normalísimo que tengas hambre, y encima tras haber llegado al éxtasis dentro de la mujer que te ha robado el corazón.

-Eso digo yo. – dijo Alba riendo – Andy se merece todo nuestro respeto y también nuestro cariño, es un buen hombre y aun mejor amante con un aguante insospechado, pero cuando les cuentes a las demás lo que ha ocurrido esta madrugada van a flipar, y todas sin dudarlo van a intentar abrirte de nuevo el apetito.

-Yo voy a hacer un pis y vestirme, y luego a tomar posiciones en el salón, que me parece que de lo que nos vamos a enterar hoy, es algo fuera de cualquier conocimiento que podamos tener hasta la fecha. – dijo Mar que aun iba en pijama – Por lo que ha dado a entender Andy, las niñas vienen acompañadas por sus ...

... ángeles de la guarda o algún ser sobrenatural similar, cosa que no ha impedido que esas dos diablesas se hayan aprovechado del buenazo de su protector. Lo que nos vamos a divertir hoy, mucho más que viendo una película de los hermanos Marx, de las que supongo alguna tendrá Andy.

Salió riendo de la cocina y tras ella se fueron Julia, Nieves y Pepa, que se dirigieron al salón y se sentaron, visiblemente nerviosas y con una creciente curiosidad, en los sillones que rodeaban la gran TV esperando a que Andrés, Ani o Lola, les explicasen que había pasado aquella madrugada que daba la impresión de que no iban a olvidar en su vida. Cuando Andy y las tenientes terminaron de desayunar, con una tranquilidad pasmosa, los tres se dedicaron a recoger los restos del desayuno, cosa a la que les ayudaron Reme, Andrea, Inés y Eli, aunque estas con mucha más premura, pues estaban tremendamente alteradas por conocer lo que tenían que contarlas, y una vez todo en orden se dirigieron al salón donde les esperaban las cuatro más mayores junto a Aurora y Alba, ya que estas no se habían involucrado en ayudar a poner orden en la cocina y esperaban con una sonrisa divertida ver la cara de las otras mujeres cuando se fuesen enterando de lo ocurrido.

Una vez todos sentados, distribuidos en los grandes sillones y sofás del salón, de nuevo tomo la palabra Andrés, diciendo:

-Ahora no os sorprendáis cuando mi voz sea diferente, ya que prefiero que sea Andy II, una especie de ser etéreo que no sé si se ha ...