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Virgen de novia y ninfómana de casada (2 - final)
Fecha: 25/12/2025, Categorías: Incesto Autor: Nikolsson, Fuente: CuentoRelatos
... su pollón. Cuando el chico no pudo más, la tumbó boca arriba, le abrió las piernas y se la metió apartando un lado del tanga. La zorra era una buena folladora y se vino gimiendo de placer sacándole al chico hasta la última gota. Desde ese momento solo pensaba en el día que tendría la oportunidad de ser yo el agraciado en poseerla, algo que no tardó mucho tiempo en suceder. Tuve que pasar a recoger a mi mujer, pero me retrasé y Eva es muy impaciente y se fue sin esperar. Helena estaba sola y me sirvió una cerveza sentándose a mi lado en el sofá. Estaba preciosa, siempre había admirado la belleza y clase de esa mujer, aunque me había decepcionado viéndola entregarse al jardinero. Llevaba una falda ceñida por debajo de la rodilla y una blusa con un cierre casi en la cintura y por delante un escote cerrado con un amplio pliegue que no dejaba ver nada, aunque producía morbo que sus hermosas tetas estuvieran tan accesibles. No lo pensé más y pasando el brazo sobre sus hombros me incliné y la besé. En principio extrañada quiso rechazarme, pero cuando le dije “sé que eres una zorra y te gusta demasiado follar”, se relajó y correspondió con deseo, mi mano entró en su escote sobando unos pechos deliciosos, liberándolos del sujetador se los mamé a conciencia, mientras ella me besaba y me metía su lengua por un oído produciéndome excitación. Puse la palma de la mano en su entrepierna oprimiéndole el sexo y ella instintivamente se abrió de piernas, la tenía caliente. Me ...
... levanté y desabroché mi pantalón sacando la polla y poniéndola en su boca. La mamaba de vicio, me comía los huevos, los metía en su boca como si fueran caramelos, bajó su lengua lamiendo hasta el culo sin olvidar presionar el punto prostático y luego se la metió entera en la boca y agarrándola por los huevos me hizo una felación que casi me hace correr. No se aguantaba la calentura y empezó a desabrochar su falda, le ayudé estirando de abajo y sacándola por los pies, aparecieron sus bragas con un lamparón de flujos blanquecinos que anunciaba como manaba su coño, hice lo mismo con sus bragas. Allí estaba a mi disposición, deseando ser follada por otro joven semental que le iba a hacer gozar. La puse en cuatro apoyada en el sofá, le abrí las piernas y coloqué mi capullo entre sus labios ya abiertos, ofreciendo su coño dilatado espectacular, palpitando de deseo como el de una yegua en celo, se la clavé de un golpe y al sentirla en lo más profundo empezó a mover su culo para aumentar su goce, se frotaba el clítoris gimiendo y pidiéndome la jodiera duro y le tocaba las tetas mientras le embestía como un cabrón, hasta que nos vinimos a la vez en un fuerte orgasmos compartido Nos gustó demasiado el polvo y lo repetimos desde entonces una o dos veces por semana en total secreto. Por mi parte también me satisfacía sexualmente con mi secretaria, Sandra, una morena de 35 años que estaba como un tren. Casada con un funcionario de bajo nivel, mal trabajador, bebedor y que gracias al ...