1. Esclavo de mis dueñas Olga y Bea (2)


    Fecha: 26/12/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Eduardo Marín, Fuente: CuentoRelatos

    ... salmón ahumado, de anchoas… unos pinchitos de tortilla de patata… Y la verdad es que todo les gustó. Estaban contentas. Pero más contentas se iban poniendo con la sidra, y con una botella de lambrusco que les serví.
    
    Mientras ellas cenaban, yo tuve que permanecer de rodillas junto a ellas, y de vez en cuando me echaban al suelo un canapé o un trozo de tortilla para comer yo algo… Cuándo fueron a dar las campanadas, ellas ya estaban “contentillas”. No digo borrachas, pues mentiría… ellas controlaban y sabían lo que hacían, pero estaban un poco más alegres de lo normal. Y Olga cuando ya se acercaban las campanadas me dijo: ven, acércate, que este año te voy a dar yo las campanadas a mi manera… Y bien que me las dio…
    
    Yo estaba de rodillas frente a ella, que estaba sentada en una de las sillas del salón comedor. Y cuando llegó el momento, por cada campanada que daban, en lugar de comerme una uva, mi ama y dueña Olga, me daba una bofetada. Obviamente me dio las 12 bofetadas y acto seguido me ordenó besar y lamer sus pies, pues quería empezar el año conmigo besando sus pies.
    
    Esa misma nochebuena a la 1 de la madrugada, en RTVE, conectaban con Canarias, para dar allí las campanadas, pues ellos comienzan el año una hora más tarde… y en ese caso fue Bea, la que me atizó otras 12 bofetadas, una por cada campanada.
    
    Esa noche me humillaron de lo lindo… La sinarquía triunfó con el poder de mis amas.
    
    Mi dueña Olga me tuvo un montón de tiempo lamiendo sus pies de rodillas, ...
    ... mientras mis amas se besaban en el sofá. Cuando ya no supo que mandarme, mi dueña y ama Olga, me ordenó lamer las suelas de sus zapatillas.
    
    A mi sinceramente me daba cierto asco, lamer las suelas siempre sucias de unas zapatillas… intenté pasar por alto esa orden, pues mis amas estaban muy contentas a esas horas y pensé que mi ama Olga no se iba a dar cuenta, pero me equivoqué.
    
    De repente mi ama Olga me dice: perro, te dado una orden. Yo ya al escucharle llamarme perro, sabía que la cosa no iba bien.
    
    Pues me llama perro cuando se enfada o cuando trama castigarme severamente…
    
    Yo le dije: es que nunca he lamido unas suelas mi ama, me da mucho asco… Por favor se lo ruego…
    
    Pero mi ama Olga me dijo: no te lo voy a repetir dos veces… Y rápido tuve que lamer no solo las suelas de sus zapatillas, si no también las de mi ama Bea.
    
    La noche de reyes, me tuvieron las dos haciéndoles la pedicura, recortándoles las uñitas de sus pies… y dejando los recortes de sus uñas en una cajita.
    
    A mí aquello me extrañó mucho, pero no le di importancia. Yo con el cortaúñas les iba recortando las uñitas de los pies, que iban cayendo a una toalla que yo había colocado bajo sus pies. Mi ama me dio una cajita muy pequeña y me dijo: echa aquí los recortes. Yo los fui depositando en esa cajita… y al final cuando acabé de hacerles la pedicura… mi ama y dueña Olga, me mandó comerme todos los recortes suyos y los de Bea.
    
    Esos son tus reyes, me dijo mi ama Olga. Y añadió: estarás contento, ...
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