-
VUELTA A CASA
Fecha: 29/12/2025, Categorías: Incesto Autor: zaphyre, Fuente: RelatosEróticos
... mano con cariño. ─ Cariño, lo que pasó anoche estuvo mal, y no puede volver a suceder, ¿de acuerdo? No sé explicar por qué ocurrió, pero pasó, y te pido disculpas. Enrique, sintiéndose culpable, respondió rápidamente: ─ No, mamá, todo ha sido culpa mía. Yo fui quien se sobrepasó, y te pido disculpas. María le sonrió con cariño y apretó suavemente su mano. ─ No importa quién tenga la culpa, Enrique. Lo importante es que estemos de acuerdo en que debemos dejarlo atrás y, por supuesto, no debemos contárselo a nadie. ─ Sí, mamá, estoy de acuerdo. Nadie debe saberlo. Con la tensión liberada, María cambió su expresión seria por una sonrisa. ─ Bien aclarado entonces. Ahora, ve a vestirte. Tenemos que ir a comprar sábanas para tu cama. Enrique, un poco desanimado por la perspectiva de dormir solo y encima ir de compras, preguntó: ─ ¿En serio? María lo alentó con una sonrisa y un toque cariñoso en la cabeza: ─ Venga, anda, no seas vago. Salieron a una tienda cercana, y juntos comenzaron a explorar los estantes de sábanas. María mostró una con estampado de flores y tonos dorados. ─ Mira esta, es preciosa –comentó María. Enrique, con una sonrisa forzada, respondió: ─ Eh, sí, sí, es bonita. Por un instante, su mente divagó, imaginando a su madre completamente desnuda sobre esas sábanas doradas acariciando sus tetas, como invitándolo a unirse a ella. Sacudió la cabeza para apartar esa imagen y se adelantó por el pasillo, buscando ...
... distraerse. Finalmente, eligieron varios juegos de sábanas y regresaron a casa. Después de almorzar y descansar un rato, se dispusieron a poner una de las sábanas en la cama de Enrique. ─ ¿Cuál te gustaría estrenar, cariño? –preguntó María. ─ Me da igual, María, elige tú. ─ Pues esta es la que más me gusta –dijo María, sosteniendo una sábana con un patrón elegante. Ambos desdoblaron la sábana y vistieron la cama con cuidado. Enrique no pudo evitar mirar las tetas de su madre que tentándolo con los movimientos mientras se agachaba para ajustar la sábana, observando de reojo la sensualidad de su figura. Sin embargo, recordando la conversación que habían tenido, se obligó a apartar la mirada. Había prometido dejar atrás lo ocurrido y no quería hacer sentir incómoda a María. La complicidad entre ellos seguía presente, pero ahora debían afrontar el nuevo capítulo de su relación con un enfoque diferente. CAPITULO 4 Pasaron algunas semanas desde la noche en la que Enrique y su madre compartieron una experiencia intensa en la cama. Aunque no se habían repetido situaciones como esa, sus mentes no dejaban de revivir una y otra vez ese encuentro prohibido. Enrique se encontraba cada vez más inmerso en sus fantasías con el maduro cuerpo de María. La observaba con deseo, y cualquier movimiento de ella se convertía en una tentación. Por su parte, María, aunque mantenía su compostura por fuera, lidiaba con un mar de dilemas internos. No podía sacar de su mente la imagen de ...