Tía consentidora – Mi sobrino duerme en mi cama - Relatos Eróticos

Tía consentidora – Mi sobrino duerme en mi cama

... complacerlo en su inicio al descubrir la sexualidad.

Al ir de camino en el centro comercial platicábamos y le decía que ahora si me había surtido de calzones, Llegando a casa ¿qué te parece si los revisamos todo lo que compramos? Muy despreocupado y como si no le interesara tanto me dice que si, pero hizo un silencio por un par de minutos y me pregunta si los revisaríamos puestos o no. Yo suelto una risa fuerte y le digo; Claro que puestos ¿de que otra forma podríamos saber cómo me quedan? Quiero que tu me des el visto bueno.

Después de pasar la tarde en el centro comercial, llegamos a casa cerca de las 8 de la noche, estábamos en la sala, el jugando con su nuevo celular, que obviamente cada año le compro el mas nuevo, mientras yo estaba revisando algunos asuntos de mi negocio. A lo que me pregunta dándole muchas vueltas al asunto que, si creía que ya tenía edad de aprender a manejar, y yo sin poner tanta atención le decía que no, que ya que cumpliera sus 18 veríamos eso. Pero esa pregunta fue para enseguida decir que si ya era hora de dormir. Lo cual me pareció extraño ya que solemos desvelarnos un poco, y vamos a dormir después de las 11 de la noche incluso mas tarde. Creí que lo que quería es lo que le había prometido de ver la ropa interior que compramos, Yo estaba realmente ocupada, pero al recordarlo me dio esa rica sensación de morbo porque mi morito me viera en ropa íntima, y comenzar el juego. Le conteste que era muy temprano que, si ya tenía sueño o estaba ...

... cansado, y recordarle que habíamos quedado en que me ayudaría a ver mi ropa nueva, se le ilumino la cara y me dice que si, que podríamos hacerlo de una vez, para tener tiempo antes de dormir. Lo vi entusiasmado con eso, y como lo he dicho soy débil cuando se trata de complacerlo.

–Claro cariño vamos hacer eso, ¿te parece si lo hacemos en la recamara o aquí en la sala?

-hum mejor aquí en la sala hay mas luz que en el cuarto.

–Perfecto cariño, ve por la ropa y tu me vas pasando lo que quieras que me cale.

Sin esperar salto del sillón a traer la bolsa de la compra y mientras el hurgaba buscando y decidiendo cual prenda iría primero, yo comencé a desnudarme, sin ninguna pena como si de cualquier cosa se tratara, quedándome solo en ropa interior, unos calzones blancos normales, y un sostén igual blanco sin dejar mucho a la vista. Estoy lista ¿cuál será el primero? Le pregunté. Este, tía es el que mas me gustó, saco el calzoncito blanco con líneas azules, y me lo pasó ya teniéndolo en las manos me miraba muy atento y pensé; pero no puedo quitarme los calzones frente a el para ponerme los otros…

–bien cariño date la vuelta para ponérmelos

-si tía,

Gira la cabeza hacia el respaldo del sillón y yo rápidamente me quito los calzones y me pongo los nuevos, valla sorpresa si que son pequeños y no estiran demasiado, intenté subirlos lo más que pude, pero mis piernas gruesas estaban ahorcadas y el calzón apenas y me llegaban a medias nalgas, en la parte del frente si ...