1. UNA VERGA MONSTRUOSA


    Fecha: 15/08/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... brazo. No habían pasado ni 5 minutos desde que había llegado y mi verga ya estaba dura como una roca y él se dio cuenta de ello, ya que discretamente me la tocó por encima del pantalón, lo volteé a ver y me sonrió y apuntó con sus ojos hacia abajo señalando su monstruosa verga erecta aprisionada por la tela de sus pantalones. Me ayudó a ponerme las protecciones necesarias para patinar por primera vez, y después de eso pasamos casi toda la tarde “patinando”, me caía cada segundo que podía y todo era risas y diversión, pero jamás pudimos dejar de tocarnos y excitarnos mutuamente, yo descaradamente apretaba mi culo contra su verga, y él me acariciaba las piernas cuando me ayudaba a levantarme. Después de un buen rato decidimos ir a comer. La tarde pasó muy rápido y llegó la noche casi volando, no sé cómo pasó pero terminamos ebrios riendo y cantando en una fiesta ajena hasta que nos echaron por colarnos, vagamos un buen rato por las calles riendo y tocándonos de manera indiscreta hasta que me dijo que fuéramos a un motel, porque estaba bien cachondo y tenía unas ganas de reventarme mi culote a vergazos. Yo con la calentura del alcohol y las ganas de que me follara con su vergota accedí casi suplicando, así que fuimos al motel más cercano con unas ganas tremendas de coger. Entramos casi corriendo a la habitación, besándonos desesperadamente, suplicando sólo unos segundos por aire, él me tomó de los hombros y me arrojó contra la cama y entonces se abalanzó a comerme el cuello, ...
    ... los labios, las orejas y todo lo que podía, mi verga estaba tan dura que podía sentir que desgarraría mis pantalones, y él estaba igual o peor que yo. Para compensarlo y no dejarlo con las ganas lo tomé de la camisa y comencé a comérmelo de la misma manera que él lo hacía, pero de una manera más pasional, era un motel bastante decente, era maravilloso en realidad, la escena era bastante romántica, pero la calentura de esos momentos nos impidieron notarlo. El aire era cálido y tenía una esencia de sudor que resultaba más excitante que desagradable en realidad, estaba iluminado con luz de tenues velas, era noche y había una calma que me excitaba aún más, nuestros gemidos eran los únicos, estaba casi vacío podría decir, y el resonar intenso de nuestro placer retumbaba en las paredes de la habitación y ni siquiera habíamos empezado con lo bueno. Cuando ya no pude más, cuando sentí que mi verga estallaría de tan dura que la tenía, le suplique que me la mamara, y casi como un perro se arrodillo y me sacó el pantalón, de la manera más erótica y lenta posible, haciéndome sufrir como nunca, y finalmente sacó mi polla, no tomó ni medio segundo para pensarlo cuando ya la tenía toda dentro de la boca. Era impresionante ver cómo se tragaba mis 19cm enteros, jamás nadie había podido meterla toda en su boca, y él como si fuese un caramelo lo tenía hasta adentro, su lengua masajeaba hasta mis huevos y sentía como estaba a punto de correrme. -¡Ale basta, me voy a correr!- grité entre gemidos. ...
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