1. UNA VERGA MONSTRUOSA


    Fecha: 15/08/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... ¡Jamás había vomitado! Y el con tan sólo la mitad de su enorme verga me hizo vomitar, y ya me había metido con pollas muy grandes, la más grande hasta entonces de un primo a quien le medía 24cm, ¡¿PERO 36CM?! Este tipo era uno entre un millón, y también era muy gruesa, casi tan gruesa como mi antebrazo, ¿Qué más podía pedir? Después de varios intentos terminé por rendirme, no cabía en mi boca y sólo lograba provocarme arqueadas, él se estaba molestando y me gritó -¡TE LA VAS A TRAGAR TODA PINCHE ZORRA! Te la voy a meter hasta el fondo de la garganta aunque se te salga por el culo- y tras esto, me clavó la verga hasta adentro, mis ojos se pusieron en blanco y sentí que me llegaba hasta el estómago, tan grande, tan gruesa y tan dura, sentía sus pelos en mi nariz y sus gigantescas bolas como toronjas rebotándome en la barbilla. Comenzó a follar mi boca, la metía y la sacaba con una fuerza impresionante que sentí que me partiría la mandíbula y me tumbaría todos los dientes, no cabe duda que mis dientes estaban en contacto con su pene, pero el parecía disfrutarlo, estaba ahogándome, no podía respirar, hasta que sintió que iba correrse me gritó -¡Te los vas a tragar todos puta! Y si te atreves a escupirlos o vomitar te voy a tener que castigar- y dejó disparar toda su leche caliente hasta el fondo de mi garganta, parecía un grifo, se corrió de una manera impresionante, desbordando semen a montón, chorros tras chorros calientes inundaron mi garganta hasta que se escurrieron por los ...
    ... bordes de mis labios. Parecía que jamás dejaría de llenarme de semen, nunca en mi vida había visto una cantidad tan ridículamente excesiva de semen. Cuando terminó por fin me sacó su titánico chorizo aún tan duro como cuando recién me lo metió, estaba tan agotado, me faltaba la respiración y me sentía a punto de reventar, durante ese periodo perdí la cuenta de las veces que me había corrido ya. Alexis me miró como un triunfador, pero ese era sólo el inicio. -Y bien amor, ¿Qué tal tu primera buena verga de verdad?- me preguntó burlesco, yo lo miré y traté de sonreír, él se acercó y me dijo, -Prepárate, porque tu boquita fue apenas el aperitivo, y tu culito, el plato fuerte- me tomó de la cintura y me tumbó sobre la cama, abriendo bien mis nalgas para meter su lengua; el placer era indescriptible, metió uno de sus dedos, y luego otro, y otro, me preparó lo más que pudo, y baño mi culo en lubricante, -Trataré de no ser muy rudo contigo bebé- me susurró al oído, sólo para clavarme toda su vergota de una sola estacada, sentí mi culo estremecerse y mis gritos quizás fueron audibles en toda la colonia, el imbécil ni siquiera me avisó que lo haría. Comenzó a embestirme como una bestia, tan masculino y varonil con su torpedo cargado y erecto, un pene de verdad glorioso, grande, enorme, inmenso, gigante, de verdad el mejor hombre en la cama, se corrió cuatro veces esa noche, y yo, ni siquiera logro recordarlo, galón tras galón me llenó de semen, una y otra vez me bañé en su sudor y su ...