1. Gracias a mi obsceno tanga, follé a una guarra en una cala


    Fecha: 19/02/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: zorro_en_celo, Fuente: CuentoRelatos

    ... entaponable y aparentemente estaba buena, porque lo que estaba viendo desde mi posición ya me estaba gustando y dando morbo.
    
    Arribé al fin a la calita y situé mi toalla cerca de esta atractiva mujer, me desnudé hasta quedarme solo con el erótico y lujurioso tanga sexy y senté mis posaderas en la toalla con las piernas flexionadas y sujetando mi cuerpo con los brazos hacia atrás. Cuando terminé la operación y esta hembra se percató de mi presencia, se despertó y me miró.
    
    —¡hola!
    
    Esta mujer se debió quedar algo traspuesta, ya que el sol invitaba a ello y se notaba que estaba relajada.
    
    —¡hola!, ¿cómo te llamas? —inquirí.
    
    —Yo me llamo Alexa —dijo ella.
    
    —yo me llamo Alessandro.
    
    —¡qué casualidad, casi nos llamamos parecido en masculino y femenino! —analizó Alexa.
    
    —sí, sí, tienes razón —reconocí.
    
    —bueno, Alexa, ¿qué te ha traído a esta calita? —pregunté.
    
    —me habían hablado de ella y que podría hacer streaking, nudismo —confesó Alexa.
    
    —yo ya había estado otras veces y aquí te puedes poner como quieras lejos de las miradas de salidos y lascivas con ganas de sexo fácil —testimonié.
    
    —sí, tienes razón, Alex —manifestó Alexa— ¿puedo llamarte así? ... ¿Alex? —agregó Alexa.
    
    —perfecto, bien, muy bien —manifesté.
    
    Mientras charlábamos, descubrí que Alexa ya empezaba a sudar y que ya tenía gotitas de sudor hasta cerca de su maravilloso coño perfectamente depilado.
    
    —¿qué te parece si vamos al agua? —pregunté.
    
    —bien, porque tengo muuucho calor ...
    ... —sonrió Alexa.
    
    Corrimos raudos al agua y Alexa al correr, bamboleaba su precioso culito que ya me estaba empezando a poner cachondo y salido. Ya dentro del agua, empezamos a jugar de ver quién llegaba primero a tal o cual sitio quien regresaba menos cansado y quien volvía a la orilla en buen estado de forma ... A Alexa, parecía gustarle este jueguecito y la simpatía de uno por otro comenzaba a aflorar y estimularnos sexualmente. Llegamos a la orilla algo cansados y Alexa pidió que echáramos otra nadada hasta la plataforma y allí descansar, dado que ya nos habíamos desgastado físicamente y el armazón marino distaba de la orilla mil quinientos metros.
    
    Llegué algo fatigado y casi me costó subir, oteé que a Alexa le estaba costando llegar y me zambullí otra vez y nadé sacando fuerzas de flaqueza y acudí a por ella. La cogí por los hombros y le pedí que descansara brevemente y me soltó que estaba fatigada por la paliza que nos habíamos dado nadando y que, por otra parte, había salido con unas amigas por la noche, había regresado de madrugada y mal durmió. Ya se calmó Alexa y llegamos a la plataforma y subimos por la escalera, mientras aupaba por las escaleras su bello cuerpo, pude admirar que me encontraba ante una bella y sexy sirena madurita que me había puesto rijoso y sicalíptico.
    
    Este pequeño incidente, me calentó más y noté que estaba empalmado sin haberlo buscado. Ascendí por las escaleras al marino estrado y allí se hallaba Alexa tumbada recuperando el resuello ...
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