1. Gracias a mi obsceno tanga, follé a una guarra en una cala


    Fecha: 19/02/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: zorro_en_celo, Fuente: CuentoRelatos

    ... perdido, pero a la vez pidiendo guerra... Me puse a cuatro patas y me acerqué lenta y sigilosamente a Alexa y cuando ya estaba junto a ella, comencé a lamer su cuerpo de diosa acuática, de sirena sexy y eso aumentaba mi lujuria. Alexa me pidió que me acercara más, que deseaba liberarme del sexy tanga que yo llevaba y me lo quitó.
    
    —Alex, quiero bajarte ese duro empalme, que seguro que es por mí —dedujo Alexa.
    
    —sí, querida Alexa, es por tu culpa —jadeé.
    
    —me has puesto muy caliente con tu sexy tanga de actor porno —confesó Alexa— pon tu gran polla dura en mi boca —añadió Alexa.
    
    Comenzamos a hacer un perfecto sesenta y nueve y se oía el rumor de las olas, el sonido del poco viento que había y los graznidos de las gaviotas. Nuestros lascivos y libidinosos cuerpos seres en celo, eran dorados y tostados por el sol, que nos apremiaba y proyectaba a acometer y abalanzarnos uno sobre otro para estimularnos sexualmente y ejecutar un gozoso sesenta y nueve sexual.
    
    Después de unas eternas y lascivas lamidas de coño y rabo, jadeé.
    
    —me pones muy caliente, puta.
    
    Alexa, proseguía mamando y tragando mi polla y yo comencé a jadear, aullar y bufar de lujuria, con la lasciva y perfecta mamada que esta sirena-zorra de Alexa me estaba haciendo. Retorné a horadar y socavar el coño de esta lasciva sirena Alexa con mi lengua y disfrutábamos de las lamidas, chupadas y relamidas sexuales. Alexa, sacó mi muy empitonado rabo de sus belfos libidinosos y exclamó:
    
    —¡córrete en mi ...
    ... boca, cabrón!
    
    Me quede alucinado, mientras le horadaba y trepanaba el muy mojado coño con mi afilada lengua y la muy guarra bufaba y se desgañitaba del placer que yo le producía. La muy zorra usó un soez y chabacano lenguaje que me ponía más cachondo y "salidorro" y ahora era cuando la deseaba más con lasciva urgencia sicalíptica.
    
    Proseguíamos produciendo mutuamente placer con nuestras bocas y habíamos creado un lascivo ambiente muy erótico.
    
    —¡slurp!, ¡slurp!, ¡slap!, ¡slap!, ¡chok!
    
    Mientras devorábamos mutuamente nuestros encendidos cuerpos, las gaviotas veían como lo hacíamos con pasión.
    
    —¡nadie me lo come tan bien como tú, cabrón! —bramó Alexa.
    
    Al oír estas lascivas y soeces palabras, como ya estaba tan cerca de lograrlo, ambos prorrumpimos y estallamos en un orgasmo bestial y le llené su boca con mi cremosa, blanquecina y pastosa lefa a Alexa y yo tragué sus caldos vaginales. Nos tumbamos fugazmente para recuperar fuerzas y nos besamos. Zambullimos nuestros agitados y enardecidos cuerpos en el mar y regresar tranquilamente a la orilla.
    
    Alexa se situó frente a mí para catar morbosamente mi rabo dentro del tanga frente al suyo, después me llevó a una roca que no estaba lejos para poder posar su lascivo culo y que luego nos ayudara a follar con placer. Alexa se sentó y quitó su tanga para que yo me arrodillara frente a ella y comenzara a lengüetear y lamer su libidinoso coño. Abrió sus piernas de par en par, para que yo disfrutase de su maravilloso coño ...
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