1. Mi suegra es diferente a las demás


    Fecha: 15/08/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Moises, Fuente: CuentoRelatos

    Siempre que leo historias de mujeres maduras, se habla de mujeres que aparentan menor edad de la que tienen y, generalmente, tienen el cuerpo de una de 20.
    
    Mi historia es diferente, la mujer de la historia tiene 50 años cumplidos (yo tengo 26 años), mide 1.72, cabello cortito -más parecido al corte de un hombre que de una mujer-, tiene barriguita producto de su fascinación por la comida; pero, si uno la mira de atrás, wow, es muy atrayente: Unas caderas anchas (98 centímetros que pude medir exactamente un día), una cintura muy bonita y pequeña (ojo, vista de espaldas) y unos senos no muy grandes pero tampoco diminutos, la medida 34B, es decir, como 95 centímetros de busto. Tiene una piel blanquita (hay veces que parece como de porcelana), suave y bonita. Unas piernas, wow, no son como de las modelos, son diferentes, me entenderán aquellas personas que han tocado alguna pierna de una mujer de 50 años!
    
    Pero si hay algo interesante en esta historia es que esta mujer es nada más y nada menos que mi suegra! ¿Por qué decirles esto? Para que entiendan como empezó mi aventura. Pero antes, contarles que yo nunca me fije en mi suegra como mujer, yo siempre la quise porque ella es genial, muy alegre, divertida y súper amorosa, la suegra perfecta, saben, es tan genial que todo el mundo que la conoce queda alucinando por su forma de ser y por lo bonita que es ella. La verdad, ella es muy bonita (unos ojos, unos labios… creo que estoy enamorado!) y si uno ve las fotos de cuando era ...
    ... joven!!! Simplemente una hermosura!
    
    En fin, como hace unos 5 meses, mi esposa y mi suegro tuvieron que viajar. Mis suegros viven en un lugar bastante apartado de la ciudad, y como no viajó mi suegra, tuve que ir a dormir a su casa para que ella no se quedara sola en la propiedad.
    
    Cuando llegué a su casa, nos dedicamos a charlar de todo. Luego comimos una pizza que yo había llevado y, finalmente, nos fuimos a ordenar el cuarto donde yo dormiría. La casa de mis suegros es de 2 pisos, arriba existen 2 cuartos y en el piso de abajo existe otro cuarto más, destinado para las visitas.
    
    - Mario -me dijo ella- lastimosamente no hay cable en la televisión de este cuarto.
    
    - No se preocupe señora. -le dije- Traje unas revistas para leer.
    
    - Si quieres, puedes subir a ver televisión en mi cuarto.
    
    - Mmmmm, mire... voy a leer un poco y si me aburro, subo... si?
    
    - Esta bien, pero ojo: Yo elegir que ver, ja ja
    
    Seguramente algunos pensarán: Esta vieja se lo quiere comer a este muchacho! Amigos y amigas que equivocados están! La verdad, no existía la mínima intención de eso, ni por su parte ni por la mía. Nos conocíamos tan bien y existía entre nosotros prácticamente una amistad así que esta propuesta no era nada más que eso: una simple invitación.
    
    Después de haber leído una revista, ojeado unas 2 y botado de la cama otras 3, me di cuenta que estaba totalmente aburrido. ¿Será que subo a charlar con mi suegra? ¿Será que hay algo que ver en la televisión? Eran como las ...
«1234...7»