Mi hija la artista
Fecha: 26/02/2019,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos
... llego a casa del trabajo y estaba mi mujer acostada desnuda en el sofá del living, me acerco y le meto un dedo en el culo, no me había dado cuenta que estaba Lucrecia a unos metros dibujándola, las dos empezaron a reír, no podían parar, a mi primero me dio mucha vergüenza pero también me excito como hacía tiempo que no me pasaba.
Marisa es medio exhibicionista, siempre le gustó mostrar el cuerpo, no tiene ningún problema, bueno, yo la conocí así, no me sorprende que quiera modelar para mi hija. Lucrecia aprovechaba de su prestancia, la acomodaba en diferentes posiciones y la dibujaba, yo las miraba a unos metros. Me sorprendió ver a mi hija ponerla en una posición casi pornográfica, le hizo abrir las piernas y le acomodó un dedo sosteniendo los labios de su vulva, me di cuenta lo excitada que estaba Marisa, la vulva está roja y brillosa, muy lubricada.
A la noche la penetre con fuerza y Marisa pedía más, los dos estábamos prendidos fuego, hacía tiempo que no estábamos así, quedamos agotados. Yo no me podía sacar de la cabeza la imagen del dedo de Lucrecia abriendo los labios vaginales de su madre.
Estábamos los dos agotados en la cama mirando el techo y Marisa me dice en voz baja, que Lucrecia quería dibujar el cuerpo de un varón y que ella le iba a preguntar a su hermano si quería, por unos segundos quedo en silencio y reacciono. Le digo que ni loco lo iba a dejar, que era imposible que mi hija viese a su tío desnudo. Yo sabía cómo era su tío y de que forma la ...
... miraba cuando venía a casa, un parásito que se la quería coger si le daba la oportunidad y eso Marisa lo sabía, así que sabía cómo iba a reaccionar con ese supuesto.
Tras mi negativa Marisa me confiesa que Lucrecia le dijo que quería dibujarme a mí y que ella le dijo de su hermano porque sabía que yo me iba a negar. Me puso en una disyuntiva, así que sería mejor que yo hablase con mi hija y le explique porque no era buena idea verme desnudo.
Como todos los días fui a trabajar y no me podía sacar de la cabeza que cosa le diría a mi hija, como la convencería, pero no se me ocurría nada razonable más que alguna razón puritana.
Cuando regreso del trabajo, ahí estaban las dos, mi mujer desnuda sobre el sofá, con el culo bien abierto apuntando el techo y sentada a su lado mi hija con un block de hojas dibujando cada detalle de su arrugado ano. Apenas me acerco, Lucrecia me encara y empieza a indagarme.
Lucrecia: ¿Hola Pa, ya te dijo mamá?
Yo: ¿Qué cosa Lu?
Lucrecia: ¿No te dijo que necesito un hombre para que modele?
Yo: Sí Lu, me contó, pero y soy tu papá y no es bueno que me veas desnudo.
Lucrecia: me dijo que no querías y tampoco que le diga al tío.
Marisa: Dale Franco, no seas tan vergonzoso, te quiere dibujar, no te la quiere chupar, jajajaja
Lucrecia: jajajaja
Yo: Bueno, si quieren me ducho y vengo. Pero todo desnudo, no.
Me voy a duchar, no podía creer lo que querían, especialmente mi mujer, sabía cómo se ponía. Pero decido seguirles la ...