Números Primos I - Cony 1
Fecha: 03/03/2019,
Categorías:
Humorísticos
Autor: Mewlen, Fuente: CuentoRelatos
Las visiones eran cada vez más vívidas; le costaba diferenciar entre el sueño y la vigilia. Los medicamentos la ayudaban en algo a dormir, pero le advirtieron que el proceso de desintoxicación no sería agradable. No es que realmente tuviera alternativa, dado su estado de ingreso. Al menos volvía a soñar, se dijo... después de la balacera recordaba realmente muy poco.
Sintió acercarse a una enfermera. No fue capaz de reconocer su cara, pero al menos el tono de su voz era firme... algo de lo que aferrarse.
- La dosis de la tarde -le dijo escuetamente, mientras le aplicaba la inyección-
El dolor de la aguja le resultó ajeno. Hacía años que se había acostumbrado a la sensación. Miró la lámpara fluorescente del techo y trató de enfocarse en no sentir. Deseaba dormir más que nada en el mundo, pero los remanentes de Cristal en sus venas se lo impedían. Sentía su cuerpo como algo ajeno, y los cambios de humor no la ayudaban.
La enfermera se cercioró que sus esposas estuvieran bien firmes y apagó la luz sin siquiera despedirse, dejándola sola con una larga noche a la que enfrentar.
Era el quinto día; le habían dicho que sería el más difícil... no le mintieron.
Lo primero fue el sentimiento. una rabia homicida se alzaba en su cabeza. Si hubiera estado libre probablemente se habría volcado a atacar a quien estuviera a su alcance, pero las malditas esposas no cedían por más que hiciera fuerza. Llegó al extremo de hacerse sangre en las muñecas y tobillos, pero la cama ...
... no cedió. Después, comenzaron las visitas. Raúl... su amado Raúl... su cadáver lleno de impactos de bala... Peter, siempre riéndose de su ingenuidad... Alfredo, su tabla de salvación... su nueva oportunidad... Gabriel, el hombre que más odiaba... y aquella figura sombría en la esquina... la niña triste... inexpresiva... su hija, Claudia.
Las imágenes comenzaron a cruzarse en su cabeza. Pasado, presente... quizás futuro, no lo sabía a ciencia cierta... gritó, luchó, forcejeó, convulsionó... no supo si quedó inconsciente o simplemente dormida.
Y recordó...
- Desnúdate -fue su saludo-
- ¿¡Perdón!?
- ¿Eres Dolores, no es cierto?
- Sí, sí, Dolores Hidalgo
- No... con ese nombre no me sirves... busca algo más llamativo para los clientes... ahora desnúdate, necesito ver la mercancía.
Tímidamente comenzó a quitarse la ropa. Danny, un hombre en la vida que deseaba dejar atrás, le hizo darse cuenta que la única forma de ganarse el sustento que tendría sería si trabajaba vendiéndose. No quiso aceptarlo en un principio, pero el dinero se termina y, cuando tienes otra boca que alimentar, con mayor velocidad aún.
- Mira, no tengo todo el día. Tengo más chicas que entrevistar y, créeme, las candidatas sobran.
Terminó la labor de forma apresurada. No pudo evitar el llevar sus manos a sus senos, pero la mirada del hombre la hizo bajarlas hasta la cintura.
- Hmmm. Veo que Danny no me mintió. Definitivamente podrías servir. ¿Cuánto llevas en el negocio?
- Dos ...