Las hermanas boticarias
Fecha: 04/03/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos
... polla y es ella quien me acaricia suavemente, mirándome a la cara, hablándome al oído —ahora te toca a ti, te voy a hacer lo que te da gusto—besándome de nuevo cariñosamente y colocándose de manera tal que pueda chupármela sin esfuerzo.Lo hace muy bien, me costó años que me diera buen sexo oral sin poner pegas ni se quejara ni me dejara a medias, pero practicamos bastante, le terminó gustando y excitando, así que ahora es una excelente comepollasque sabe dar con el punto exacto de mi excitación.
Morbazo añadido me da contemplar a mi disposición su cuerpo de carnes todavía duras y prietas, con el culo grande, alto, redondo, que me encanta acariciar, pellizcar, darle un azotito sonoro de vez en cuando, llevar un dedo ensalivado a la raja estrecha y oscura que divide en dos este excitante gran melocotón, subir y bajar por ella haciendo intención de entrar en el arrugado ano, sin llegar a penetrarlo, simplemente empujando lo suficiente para oír a Concha decir con voz suave, ronca:
—Eres muy malo, me vas a poner cachonda otra vez si sigues así
Claro que sé que se va a excitar otra vez, pero ahora soy yo quien lleva la iniciativa y me preocupo más de mi corrida que de la suya, así que sin dejar de acariciar suavemente toda la zona del ano, el perineo y la parte más baja del coño, metiendo un poquito el dedo tanto en el chocho como en el culo, apenas un centímetro, para mantenerlacontenta, me doy un buen homenaje con sus pezones, chupando, mordisqueando, estirando, ...
... escuchando con satisfacción sus leves quejas —me haces daño, no aprietes— mientras ella continúa con la mamada, hasta que le digo que se sitúe a cuatro patas sobre la cama, con el culo cerca del borde del colchón, me pongo de pie tras ella, le doy un par de azotes más fuertes de lo preciso y guiándome con la mano busco la entrada de su chocho, ya empapado de nuevo, palpitante por recibir mi polla. Entro con total facilidad y rápidamente mi rabo demuestra que está en terreno conocido, que se encuentra como en casa, empezando un metisaca rápido, profundo, duro, aumentando el ritmo al mismo tiempo que Concha se pone a mil por hora —ay, ay, sí; más, corazón, más— y acompasa su movimiento al mío, escuchando los ruidos producidos por el chocar de nuestros muslos, elchop-chop de sus jugos vaginales, nuestras respiraciones roncas y ansiosas y el grito que le caracteriza cuando tiene su orgasmo, largo, contenido, como si quisiera disimular su placer.
Le saco la polla del coño y no dejo que se quede amodorrada recuperándose porque tengo necesidad de correrme, por lo que incluso tengo que ayudarle dándole un pequeño tirón de pelo y suaves golpecitos en la cara con la polla.
—Ven, siéntate en el borde de la cama, levanta las tetas y abre la boca, vamos
Me meneo la polla a toda velocidad con la mano derecha, sujeto con la izquierda su cabeza para que no se eche para atrás, vuelvo a ordenarle que abra bien la boca, y me corro con todas las ganas del mundo. Ahí va eso, joder qué bueno. Ah… ...