Patas arriba (XVII) - Relatos Eróticos

Patas arriba (XVII)

... que has dicho durante mucho tiempo -le respondió el tío Anderson-, aunque no te equivocaste, yo conozco del caso porque soy el único resiliente que Javi conoce, básicamente, porque a los resilientes no nos suele interesar que nadie nos conozca, aunque Tavo y Javi, junto con mis demás amigos aquí en España han sido un muy buen motivo para que me interesase superarlo. Ramón, no me has visto violento, pero eso no significa que no lo sea, simplemente sé dominar mi ira y expresarla donde no dañe a nadie, incluido yo mismo, por eso yo le ayudo a Javi, porque puedo entender esa parte de la vida de Edu... y por eso te dije, Cami, que debías ser prudente con tus decisiones, me alegra que hayas seguido mi consejo, debo decir... -Ricardo hizo ademán de interrumpirle, pero mi tío lo detuvo con un gesto de la mano-: Ricardo, nunca dije que alejarse del chico fuera lo prudente, de hecho, es lo peor que le podríais hacer, lo más prudente en este caso era saber por qué y, sobre todo, cómo ayudarle, así no meteréis la pata y cuando vengan los momentos difíciles, que vendrán, no será tan doloroso ni para vosotros ni para él.

Una vez que se dijo todo y las dudas desaparecieron, decidimos que sería interesante hacer lo que nos invitaron, así que nos llevaron al comedor y disfrutamos una buena comida como pocas que no cocine mi papá Fran.

Iván

Terminamos de comer y veo que me llega un mensaje... de Joel. Vale, sé que ayer se peleó con mi brat, sé que Ylian no lo quiere ver ni en ...

... pintura, pero me resistía a creer que no le cogiera el teléfono, en fin, he de rendirme ante la evidencia, veré qué dice el mensaje:

“Hola, Iván, Tavo me dijo que te escribiera a esta hora, que estaríais juntos, no sé si Ylian esté allí también, pero Tavo me dijo que le hicieras esta pregunta: ¿qué tenía el paciente que llegó ayer a la 1:43 a.m.? No sé qué pasará, espero que nada malo... gracias por ayudarme.”

No tenía ni idea de lo que esto podría significar, pero sé que con Tavo sólo hay una forma de averiguarlo: haciendo lo que dice. Guardé mi móvil y le hice la pregunta:

- Tavo, ¿podrías decirnos qué tenía el paciente que recibiste ayer a la 1:43 de la madrugada?

- Déjame recordar... -dijo Tavo con una cara de extrañeza que hizo que Luis y Javi entrecerraran los ojos mientras que Anderson sonreía con complicidad-, sí, ya lo recuerdo... fue un chico de 24 años con signos evidentes de una golpiza brutal, con ayuda del forense le hicimos un recuento de las heridas: lo dejaron inconsciente con un golpe de bastón que fue hallado en la escena sin ninguna huella digital, luego fue golpeado por unas manos con guantes de cuero, demasiado comunes como para decirnos algo, luego con una navaja le dejaron un mensaje en el pecho: un número 1, y los símbolos de la anarquía y el pentagrama invertido... -esa marca me suena de algo, pero no logro recordar de dónde-, el nombre del paciente es Joel Mellors, un apellido demasiado inglés para un español, si he de decirlo -me atraganté con ...