Patas arriba (IX) - Relatos Eróticos

Patas arriba (IX)

... follar y anotar en la lista de logros para después olvidarse de él, no, él no sabe lo que es eso, él es un niño bonito con toda la vida por delante, con mil oportunidades de amar, no necesita ponerle mil barreras al corazón para poder probar a todos y averiguar si todavía existe alguien en este mundo capaz de amar a una persona y no al sexo. Pero claro, para él es un mundo, encima Luis y Fran son tan felices juntos que el ver a sus padres y sentirse solo es suficiente para deprimir a cualquiera.

En fin, al menos hoy tengo la entrevista con el Primer Ministro,que no sé por qué, pero él tiene que aprobar mi salida definitiva de la Federación, supongo que tiene que ver con el hecho de ser por la ley Putin, en todo caso, mi tía Ekaterina me recomendó que diga otra cosa: que ella me invitó a vivir con ella y a estudiar allá que solicito la salida de manera definitiva porque no sé cuánto tardaré en terminar los estudios, cosa que a fin de cuentas es cierta, no sé si me convalidarán todas las asignaturas, ni nada más que tendré que vivir con la tía Katia, el tío Pedro y con Vanya Petrovich al menos al inicio mientras ella soluciona todo en el Consulado para que me dejen vivir en paz.

Cami

Bueno, según me cuenta Ylian, debería ir a visitar a Iván, se ve que el chaval la pasa mal, además, así me sacudo un poco esta puta sensación de soledad que me agobia, supongo que, pese a ser tres años menor que yo el chico podría ser un buen amigo, no es que crea que la edad es ...

... limitante para la amistad, pero nunca me había planteado tener un amigo de verdad de esa edad.

Pues mira tú por dónde, yo sentado aquí tranquilamente en mi sombra favorita del Retiro y él que camina hacia aquí.

- ¡Eh! ¡Iván! ¿Qué pasa, tronco? -le saludé.

- ¡Cami! ¡Qué agradable sorpresa! No esperaba verte por aquí... -me contestó él.

- Pues ya ves, creo que después de tu primo Ylian eres el primero en descubrir mi rincón de reflexión, siempre que quiero estar solo y pensar, me vengo aquí, aunque últimamente siempre estoy solo, pero bueno, eso no importa, venga, cuéntame, ¿qué ha pasado con Ricardo? ¿te escribió una carta o algo? -mejor no tocar el tema de mis sentimientos en este momento, porque nadie sabe la vorágine que tengo en el corazón en este momento.

- Sí, me escribió... -justo entonces cayó en que él no me había contado nada- ¿cómo sabes que Ricardo está fuera? No te lo he contado...

- No, no me lo contaste, pero tu primo sí, no eres el único amigo que tiene, y antes de que te enojes con él, sólo me contó que sus padres lo rechazaron y lo enviaron fuera, me pidió que si te veía que te ayudara en lo que podía, así que eso hago...

- Ya veo, pues sí, mira la carta que me mandó -me tendió la carta de Ricardo, que me impresionó bastante, el chico es muy seguro de sí mismo, eso ya lo sabía de cuando cenó en casa y habló con mi papá Luis y el tío Tavo, pero no pensé que tanto como para ir en contra de todo lo que le enseñaron desde niño, para ser sincero, no ...