1. El Culo de Doña Felicia


    Fecha: 09/03/2019, Categorías: Sexo con Maduras Tabú Anal Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... al cornudo para que nos invitase a la barbacoa familiar que iban a celebrar en el cortijo que tenían. No supuso ningún problema. El tío Basilio, encantado con lo radiante que estaba su mujer, gracias al tratamiento de choque que le estaba dando, ya contaba con invitarme a mí y a mi esposa. También acudía el resto de la familia, mis padres y bastantes familiares y amigos más... El tío Basilio era bastante popular (e influyente) en el pueblo.A la puerca de Doña Felisa le hacía tilín que le reventase su puerta trasera en el dormitorio familiar, donde mucho tiempo atrás la desvirgo su esposo, mientras el resto de la familia y amigos disfrutaban de una agradable comida primaveral. Y, según me contó, pasó casi todo el tiempo a la espera del evento, con el coño babeando y un cierto nerviosismo a la espera de que mi polla inaugurase su ojete.Nunca creí que la mojigata de mi tía acabará siendo tan morbosa, pero no negaré que la cosa me encantó. Y a mí polla, ni te cuento.El día en cuestión era un radiante domingo primaveral. Hacía un tiempo espléndido. El amplio patio del cortijo rebosaba de gente y actividad mientras se iban calentando las brasas.Allí, vecinos, amigos y familiares, incluida mí mujer y mis padres, charlaban animadamente mientras compartían el suculento aperitivo.Mis tíos, como perfectos anfitriones, se desvivían en amabilidad con los invitados. El tío Basilio había dejado de lado su talante chulesco y borde, y Felisa estaba radiante, con un ajustado vestido azul ...
    ... que marcaba sus formas y animaba hasta los rabos más mustios del personal masculino. Se movía entre la gente tan simpática y exuberante como siempre.Pronto se acercó a saludarnos cuando estábamos todos juntos, yo, mi mujer y mis padres. Nos dio un beso a cada uno, y pude percibir como apretaba sus hermosas pechugas contra mi pecho, como quien no quiere la cosa. Cuando se acercó a besar mi mejilla, mi polla, se puso en estado de alerta...Después, se deshizo en halagos, ante todo el mundo, sobre el tratamiento que le estaba haciendo para la dermatitis. Y añadió, para preparar el terreno, que quizá antes de comer le tendría que dar una sesión, para no tener irritaciones ni picores luego. Riendo para mis adentros, pensé en el modo en el que le iba a quitar los picores y noté como, inevitablemente, la polla se me endurecía aún más. Traté de poner la mente en blanco antes de que la erección empezara a notarse. Sobre todo cuando me fije que mi sonriente tía lanzaba una fugaz pero directa mirada a mí entrepierna antes de guiñarme el ojo provocativa. Afortunadamente, todos estaban distraídos departiendo y nadie se dio cuenta.Después, sin que ninguna de ellas advirtiese mi presencia, pude asistir a un divertido diálogo entre la tía y su hermana mayor, mi madre, en el que la primera respondía al interrogatorio de mamá, mintiendo como una posesa, al tiempo que ensalzaba mi profesionalidad y mis métodos para tratar su inexistente enfermedad. ¿Cómo le iba a contar la verdad a su hermanita ...
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