1. El Culo de Doña Felicia


    Fecha: 09/03/2019, Categorías: Sexo con Maduras Tabú Anal Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... ni pío. Como me entere que sueltas algo por ahí, acabarás en la puta calle... ¿de acuerdo?Ella con el dinero en la mano, se quedó bloqueada lo que me obligó a zarandearla por los hombros y a gritarle con más fuerza:-¿Te has enterado, joder?-Sí, sí... -musitó finalmente, al tiempo que abandonaba la habitación.Cerré la puerta y, además del pestillo, puse una silla atrancándola, por si las moscas. Después, me giré y vi que mi tía seguía boquiabierta y asustada todavía por la súbita irrupción, pero en la misma postura: con el culo en pompa, una mano abriendo bien sus nalgas, la otra en su húmedo coño, y la cara sudorosa apoyada en la almohada.La visión de tan romántica escena volvió a endurecerme el rabo. La interrupción me había enrabietado y ahora estaba más dispuesto que nunca a culminar el polvo.Así que volví corriendo al catre, ensarté el ojete de mi tía y le grité:-¡Te voy a reventar, zorra! Procura hacerte un dedillo y correrte rápido, porque tal y como me pone tu culazo no voy a tardar nada en correrme.-¡Mmmmm! ¡Eso me suena...! – respondió ella al tiempo que se ponía en posición.La ensarté de nuevo. En esta ocasión, mis emboladas eran cada vez más bestias y más rápidas. Ella, esta vez, en lugar de chupar el plug, se dispuso a mamarme el dedo gordo del pie, en los momentos en los que no le pisoteaba la jeta. El orgasmo se acercaba, y parece que también para Felisa que no paraba de jadear y decir frases como:-¡Sigue, cabrón, sigue... No pares... Llena el culo de la puta ...
    ... de tu tía...!Nos corrimos casi simultáneamente. Yo, que iba con una moto y con los cojones bien cargados, me desplomé sobre ella soltando cuajarones de leche durante más de un minuto. Mientras estaba allí, con la polla todavía dura en su culo y medio catatónico por el orgasmo, ella, que seguía agitando sus manitas sobre el clítoris, comenzó a gemir muy rápido y agitarse, antes de dejarse caer agotada también sobre la cama. Acababa de correrse.Estuve unos minutos más sobre su cuerpo, mordisqueando su cuello y pegando lametones en sus lóbulos, mientras el rabo, lentamente, se iba aflojando.Ella gimoteaba y repetía flojito:-¡Que polvo, joder, que polvo!Los sonidos de la fiesta, que ya no se amortiguaban por nuestros jadeos, se oían ahora con más claridad. Finalmente, tras hacerle un buen chupetón a mi tía en la base del cuello, donde quedaría tapado por el pelo, empecé a incorporarme:-Venga, guarrilla, vamos a ir bajando, que el cornudo ya debe tener hambre...-No creo que tenga más que yo...-me respondió entre risas.-Anda, sácamela y ve a limpiarte...Yo, obediente, saqué la tranca, que conservaba bastante rigidez como para sonar a botella descorchada cuando la extraje de su ojete. Felisa, dio un gritito feliz cuando la saqué y se llevó rápido la mano al culo para evitar que la leche mancharse las sábanas. Para mí sorpresa, después llevó la mano mojada a la boca, para saborear el esperma que, calentito, salía a borbotones del ano.Y cómo quien no quiere la cosa, le pregunté:-Oye, ...