1. La reeducación de Areana (6)


    Fecha: 11/03/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... de noche, subió a la cama, dejó a un lado el pote y le ordenó que encogiera las piernas y separase las rodillas y luego se arrodilló entre las piernas de su pupila, que había empezado a temblar ostensiblemente, con la respiración agitada y la mirada fija en el rostro de su educadora.
    
    Amalia puso sus manos en el vientre de la jovencita, que dio un respingo. Después comenzó a mover las manos hacia arriba, deslizándolas sobre las palmas y a veces apenas sobre las yemas de los dedos mientras decía:
    
    -Sos una muy linda perrita… una perrita de exposición… una perrita de raza… -y sus manos continuaban avanzado mientras Areana jadeaba y gemía con la boca muy abierta y los ojos cerrados. Por fin ambas manos llegaron a las tetas y bastó un breve jugueteo con los pezones para que éstos se irguieran, durísimos, en tanto Areana apretaba sus muslos contra el torso de su experimentada asaltante.
    
    -No, chiquita, no cierres las piernas. –dijo Amalia recuperando su tono autoritario. –Quiero que te abandones a esa tensión erótica que estás sintiendo y si cerrás las piernas esa tensión se atenúa.
    
    -Perdón… perdón, señora… -murmuró la pupila y volvió a separar las rodillas para abandonarse a esa tensión al mismo tiempo torturante y deliciosa que su educadora había identificado tan certeramente.
    
    Esas manos en sus tetas la estaban volviendo loca de placer y se dio cuenta de que se estaba mojando. De pronto Amalia se inclinó hasta casi pegar su rostro al de Areana, aspiró el aliento ...
    ... cálido que brotaba de esa boca y luego rozó con sus labios los labios de la jovencita, que se estremeció y en medio de su estremecimiento sintió esa lengua avasallante que penetraba en su boca y daba con su propia lengua. Devolvió el ataque de esa lengua viboreante y ambas se abandonaron a un beso intenso y prolongado largamente, hasta que les faltó el aire.
    
    -Me… me está… me está volviendo loca, señora… -gimió la jovencita y prolongó la frase en un grito ronco cuando Amalia comenzó a acariciarle la conchita sin abandonar, con la otra, la estimulación de tetas y pezones. Sus dédos experimentados abrieron los labios externos y dos de ellos, el ìndice y el dedo medio, se hundieron en ese sendero inexplorado hasta dar con el himen. Tentada estuvo de seguir avanzando y terminar con la virginidad de su pupila, pero se detuvo ante la idea de que semejante acontecimiento era merecedor de algún tipo de ceremonia. Areana gemía y corcoveaba mientras su vagina soltaba una catarata de flujo que bañaba los dedos de Amalia. Las piernas de la jovencita se habían vuelto a contraer y ceñían con fuerza el torso de la mujer. Amalia quitó velozmente sus dedos de esa conchita virgen, pegó su cara a la de la pupila y le dijo:
    
    -Te ordené que no cerraras las piernas, putita, y sin embargo te estás atreviendo a desobedecerme…
    
    Areana separó otras vez las rodillas rápidamente y murmuró con voz enronquecida por la tremenda excitación:
    
    -No… no, señora, pe… perdón… por favor, perdóneme…
    
    -Que sea ...
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