Relatos eróticos esposos cómplices cap 205 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 205

... Cómo mamá ?

Yo : Ella ahora te vé desesperado por amistar, por éso se hace la difícil.
Pero si vé que tú sales a trabajar normalmente y sin hacerle caso regresas a dormir plácidamente, se vá a preocupar y verá la forma de amistar contigo.

Pepe : Es qué mamá viéndola en ropa corta y yo con mis ganas no puedo dormir y por éso le hago problemas.

Yo : Ahí está hijo. Si ésas ganas te las quitas y aunque esté desnuda no le haces caso ella cambiará.

Pepe : Y cómo hago éso mamá, si no soporto estar cerca de una mujer de ésas.

Lo quedé mirando a mi hijo y dándole una mirada pícara qué comprendió mostrándole mis manos le dije.

Yo : Estas manos experimentadas te pueden dar el gusto de tu vida.

Pepe : Mamá, qué estás diciendo ? Tú eres mi madre y no me nace ningún deseo sexual contigo.

Yo : Hijo, es lo que se me ocurre para que estés tranquilo. Un secretito, cuando yo estoy indispuesta se lo hago a tu papá y duerme feliz. Yá que si no quieres conmigo le puedo decir a mi comadre Ofelia para que te haga el favor.

Pepe : No mamá, ella tiene más de 50 años y quién sabe de su vida.

Yo : Hijo, abre tu mente e intentemos. Nada perdemos y tal vez lo logremos.

Pepe : Y mi papá qué dirá ?

Yo : El no tiene por qué saberlo. Ésto será un secreto entre los dos y te aseguro que tú relación mejorará y yá no necesitarás de mi.

Me miraba y yo para animarlo me paraba el busto y parándome quebré mi cuerpo caminando unos pasos pudiendo ver qué se abultaba más su ...

... bragueta.

Pepe : Papá está ?

Yo : Tiene una reunión y vendrá tarde. Qué dices hijo ?

Pepe : Mamá qué tengo que hacer ?

Yo ; Vamos a tu cuarto y piensa en mi sólo como una mujer.

Camine delante de él moviendo el culo y pasándole mi mano por su bragueta.

Yo : Hijo, desnúdate y échate boca arriba en la cama y piensa que vas a tener una gran relación sexual. Mientras yo me lavo las manos y traigo unas toallas.

De regreso encontré a mi hijo tendido a lo largo de la cama, excitandome sobremanera por su talla 1.85 y su larga verga cabezona y bien parada.

Lo contemplé por un rato y mirando mis manitos le acaricié con las yemas de mis dedos, haciéndolo retorcerse en la cama. Luego hice lo mismo con mis uñas desde su cabeza hasta los huevos siguiendo la ruta de sus tres venas gordas.

Yo estaba tan excitada como él, pensando cómo se sentiría tener todo ése pedazo adentro. Bueno en mi caso sería algo doloroso, por qué la única verga que me he comido ha sido la de mi marido.

Luego apreté fuerte el tronco dándo inicios a la paja, llevando el ritmo de una relación sexual. Gemía y se movía follando mi mano desesperadamente y después de media hora sollozando me dijo que no le salía.

Yo : Hijo, te está gustando mi mano.

Pepe : Si mamá, pero por más esfuerzo que hago no me sale.

Yo : Qué tiempo que no te la corres ?

Pepe : Hace más de 10 días mamá.

Yo : Te molestaría si uso mi boca ?

Pepe : Mamá ? Hasta ése extremo quieres llegar ?

Yo : Hijo, para tí ...